Varias imágenes del F-35, con su peculiar diseño futurista
Defensa Española
La polémica se cierne sobre el avión militar que baraja comprar España para sustituir a los Harrier
Los F-35 son tachados de discriminatorios hacia las mujeres hasta el punto de que el Parlamento británico llamó a declarar al Jefe de la RAF
Más de 6.000 millones de euros ha calculado el Ministerio de Defensa que gastará en los próximos años para sustituir a los míticos aviones Harrier del Ejército del Aire y la Armada, que ya están destinados a abandonar los cielos. De momento, este año hay una partida de 90 millones dedicada a estudiar las posibilidades existentes en el mercado militar. No resultará fácil porque el avión que más posibilidades tiene, el que más semejanza presenta respecto a los Harrier, está envuelto en un halo de polémica.
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Se trata de caza de fabricación norteamericana F-35. Y es el que más posibilidades tienen porque es el único en el mercado que, como el Harrier, tiene despegue y aterrizaje vertical, lo que lo hace ideal para los portaaviones de la Armada. Estos aviones, además, son de quinta generación, lo que supondría un avance tecnológico muy importante. También cuentan con una baja detectabilidad a los radares, por lo que pueden aproximarse a zonas enemigas sin que sean detectados.
Extendido por toda Europa
Los F-35 son unos aviones que se encuentran ya en la mayoría de los ejércitos europeos excepto en Francia, lo que también ayudaría a la interoperabilidad en las misiones internacionales de la OTAN o de la Unión Europea, algo fundamental en estos tiempos en que la amenaza rusa se cierne sobre el territorio OTAN desde el intento de invasión de Ucrania.
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Pero, como decíamos al principio, a este avión le rodea la polémica. Una polémica tal que incluso ha obligado a intervenir en el Parlamento Británico al jefe de la Royal Air Force (RAF), Mike Wigston. Y esta polémica se basa en la acusación de ser un avión discriminatorio. Es decir, en la RAF no hay ninguna mujer que pilote los F-35. En Estados Unidos no fue hasta 2015 cuando las mujeres se incorporaron al pilotaje de los F-35. Y fue una mujer que permaneció solo 2 años a los mandos.
La razón que dio Wigston para excusar la ausencia de mujeres en los F-35 fue que el casco que requiere pesa demasiado para que lo porten las mujeres. Argumentó que los cascos pesan 2,3 kilogramos y para portarlo sin que produzca lesiones en el cuello en caso de ser eyectadas, el soldado debe pesar al menos 68 kilos, algo, según asegura, que no se da en ningún caso en las mujeres pilotos de la Royal Air Force.
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