El submarino S-71 Galerna, en la operación Sea Guardian en el mar de Alborán

El submarino S-71 Galerna, en la operación Sea Guardian en el mar de AlboránArmada

Armada española  Sigilosa misión del veterano submarino Galerna: 500 horas de inmersión en el Mediterráneo

El submarino Galerna (S-71) ha regresado a su base en el Arsenal de Cartagena tras completar con éxito su despliegue en la Operación Sea Guardian de la OTAN, una misión clave para la seguridad marítima en el Mediterráneo. Durante su participación, el buque ha acumulado más de 500 horas en inmersión, contribuyendo de forma discreta y sostenida a la vigilancia del espacio marítimo y al conocimiento del entorno operativo en una de las áreas estratégicas para la Alianza Atlántica.

El submarino Galerna (S-71) ha regresado a Cartagena, tras más de 500 horas en inmersión

El submarino Galerna (S-71) ha regresado a Cartagena, tras más de 500 horas en inmersiónArmada Española

La finalización del despliegue del S-71 pone fin a una nueva fase de la contribución española a la Operación Sea Guardian (OSG), el marco permanente de seguridad marítima que la OTAN mantiene activo en el Mediterráneo desde 2016. Esta operación tiene como objetivos principales la vigilancia marítima, la disuasión y la lucha contra amenazas como el terrorismo, el tráfico ilícito y otras actividades que pueden comprometer la estabilidad regional y la seguridad de las rutas marítimas.

El regreso del submarino a Cartagena se produce tras semanas de operaciones en las que la unidad ha desarrollado cometidos de alto valor estratégico, caracterizados por el sigilo, la persistencia y la capacidad de obtener información relevante sin ser detectada. Según ha destacado la Armada, estas capacidades hacen de los submarinos un activo esencial para el cumplimiento de los objetivos de Sea Guardian y para el refuerzo del dispositivo aliado en el Mediterráneo.

Relevos planificados

El despliegue del Galerna se enmarca, además, en el sistema de relevos planificado por la Armada para garantizar la continuidad de la presencia submarina española en la operación. Su salida a la mar coincidió con la finalización de la participación del submarino Isaac Peral (S-81), el primero de la serie S-80, que había operado previamente en el mismo escenario. Este relevo permite mantener de forma ininterrumpida la aportación nacional a la OTAN en un ámbito especialmente sensible para la defensa colectiva.

El submarino Galerna de la Armada española navegando en superficie

El submarino Galerna de la Armada española navegando en superficieEstado Mayor de la Defensa

Desde el Estado Mayor de la Armada se subraya que la participación española en Sea Guardian «es fundamental para la protección de los intereses de la Alianza» y contribuye de manera directa a la estabilidad de una región en la que confluyen factores de riesgo crecientes. El Mediterráneo sigue siendo un espacio estratégico por el que transitan importantes flujos comerciales y energéticos, y donde la presencia aliada resulta clave para anticipar amenazas y garantizar la libertad de navegación.

Así es el submarino Galerna

Así es el submarino GalernaKindelán

Así es el submarino Galerna S-71

Así es el submarino Galerna S-71Kindelán

El Galerna (S-71), uno de los submarinos de la clase Agosta en servicio en la Armada Española, tiene su base en el Arsenal de Cartagena, principal núcleo del Arma Submarina. A lo largo de su trayectoria, esta unidad ha participado en numerosas operaciones y ejercicios tanto nacionales como internacionales, consolidándose como una plataforma plenamente integrada en los estándares operativos de la OTAN. Su reciente despliegue en Sea Guardian ha vuelto a poner de manifiesto su vigencia operativa después de cuatro décadas de servicio.

Durante las más de 500 horas de navegación en inmersión acumuladas en esta misión, la dotación del Galerna ha llevado a cabo tareas de vigilancia en inmersión, recopilación de información y seguimiento de actividades de interés, aportando un conocimiento detallado del entorno marítimo a los mandos aliados. Este tipo de información resulta esencial en un momento en el que los buques rusos han multiplicado su tránsito por el Mediterráneo.

La Operación Sea Guardian, heredera de la anterior misión Active Endeavour, se caracteriza por su enfoque flexible y adaptable, lo que permite a la OTAN responder con rapidez a los cambios en el entorno de seguridad. En este contexto, la contribución española, y en particular la aportación de capacidades submarinas, es considerada por la Alianza como un elemento de alto valor añadido.

Con el regreso del Galerna a Cartagena, la Armada cierra un nuevo ciclo operativo. Al mismo tiempo, el relevo entre unidades submarinas refleja la capacidad de España para sostener en el tiempo su presencia en operaciones aliadas, combinando medios de distinta generación.

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