
Fervenza da Feixa en Redondela
Experiencia gastronómica en las Rías Bajas: comer en molinos junto a una cascada
El recorrido hasta la cascada es corto, unos 200 metros, y apto para toda la familia
Galicia cuenta con numerosos espacios naturales donde se han rehabilitado antiguas edificaciones para nuevos usos. Un ejemplo de ello es la Fervenza da Feixa en Redondela, un salto de agua de aproximadamente 10 metros de altura que se ha convertido en un punto de interés turístico.
En su entorno, se encuentran antiguos molinos de agua que fueron restaurados para convertirlos en establecimientos hoteleros y disfrutar así de una experiencia muy 'enxebre' en plena naturaleza.
El agua como principal atractivo
La Fervenza o catarata da Feixa se encuentra en la parroquia de Reboreda, en Santo Paio de Abajo. Este salto de agua natural, cuya caída se mantiene con un caudal constante durante todo el año, es alimentado por las aguas del río Alvedosa, que descienden entre las rocas.
El río Alvedosa, que da origen a la cascada, nace en Pazos de Borbén y desemboca en la ensenada de San Simón, cruzando diversas parroquias en su recorrido hasta formar este salto de agua.
El río Alvedosa, junto al Maceiras y otros afluentes más pequeños, son los principales cursos de agua del municipio de Redondela.
Con una altura unos 10 metros, la Fervenza está situada cerca de un pequeño mirador, que cuenta con un balcón y un techo de piedra.

La Fervenza con el cenador en un lateral
En un lateral, casi por encima de la cascada, se encuentra un cenador de piedra, que aunque está en una propiedad privada, permite observar la caída de agua desde una perspectiva diferente.
Senderos, pasarelas y miradores se han condicionado para llegar hasta este paisaje natural. Y aunque el recorrido hasta la cascada es corto, unos 200 metros, el sonido del agua armoniza todo el recorrido.
Espacios gastronómicos en molinos
La Fervenza da Feixa además de por su belleza, también destaca por la oferta gastronómica de su alrededor. De hecho, uno de los atractivos de esta zona, además de la cascada, es la presencia de los antiguos molinos de agua, rehabilitados y convertidos en espacios gastronómicos. De esta manera, el visitante puede disfrutar de la popular gastronomía gallega en un entorno natural.
Un ejemplo de ello, es O Muiño Vello (el Molino Viejo) que es un antiguo molino con historia desde 1754, que fue restaurado y transformado en tapería-restaurante en 1984 por un emigrante gallego regresado de Alemania.
Al regresar a Galicia, percibió el gran potencial de su ubicación, al estar rodeado de este entorno natural.
Con el tiempo, este restaurante se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos de la zona, donde sus centenarias paredes de piedra capturan la esencia más auténtica de Galicia. Además, ha sido un referente de la cultura y el folclore gallegos a través de las inolvidables 'Muiñadas`, veladas mágicas de música tradicional.
En 2022, O Muiño Vello recibió el Solete de la Guía Repsol a la mejor terraza de Galicia.
Otros molinos en Redondela
Redondela es conocida por sus antiguos molinos. Además de O Muiño Vello, en la localidad hay otros establecimientos similares, todos situados en un entorno natural espectacular.
Uno de ellos es O Muiño da Ponte (Molino del Puente), al que se accede cruzando un puente sobre el río. Este local cuenta con varias terrazas rodeadas de árboles, donde se pueden disfrutar de platos tradicionales.
Otro lugar destacado es O Peirao, un molino restaurado que ofrece una gran variedad de tapas típicas de los furanchos. Con una estética tradicional, con mesas bajas y café preparado en puchero, al estilo de antaño, el menú incluye una amplia selección de platos clásicos como tortilla, pulpo, calamares, croquetas, embutidos, chorizo al infierno, revueltos, zorza, pimientos, queimada, licor café, entre otros.
En definitiva, Redondela ofrece una experiencia gastronómica única en sus molinos restaurados, en un entorno natural incomparable.