Trazado de la Ronda Norte de Córdoba
La oposición pide replantear el trazado de la Ronda Norte de Córdoba
Torrico desmiente que una elevación de la cota vaya a generar «una joroba»
El futuro del trazado de la Ronda Norte ha protagonizado uno de los debates del pleno celebrado este jueves en el Ayuntamiento al discrepar el gobierno municipal y los grupos de la oposición sobre los criterios a seguir después de la aparición este verano en el subsuelo de los restos de un complejo religioso de época mozárabe.
Mientras el PP defiende la postura alcanza el miércoles en Sevilla entre el alcalde, José María Bellido, y las consejeras de Cultura y Fomento, consistente en una elevación de la cota -que ya iba 50 centímetros deprimida- para salvaguardar los restos y mantener así el trazado previsto.
El PSOE quiere una trinchera
El PSOE ha criticado la solución decidida entre las tres administraciones. Su portavoz, Antonio Hurtado, ha defendido su postura expuesta esta semana y que tanta polémica ha levantado al afirmar que «una subida de cota es una joroba en toda regla».
De entre todas las posibilidades, este concejal se ha decantado por la trinchera en toda la avenida y el túnel bajo los restos, aunque ha reconocido que «es la más cara pero es la más razonable y la de más calidad», y ha puesto como ejemplo la solución dada a los restos de una almunia califal en la Ronda de Poniente que finalmente salieron perjudicados.
Hacemos ve «una inseguridad tremenda»
Desde Hacemos Córdoba se ha pedido claramente echar el freno y replantear el proyecto. El edil José Carlos Ruiz ha denunciado que tanto el Ayuntamiento como la Junta «se están emperrando en cometer una irresponsabilidad al empezar una obra sin saber cómo va a acabar».
En su opinión, se está creando «una inseguridad tremenda entre los vecinos de la zona», por lo que ha pedido al Ayuntamiento «a que inste a la Junta a que piense cómo va a hacer esto».
Vox tiene «dudas razonables»
La postura de Vox se ha centrado en el fondo del asunto, en decidir si esta obra es necesaria en la ciudad del siglo XXI. Su portavoz, Paula Badanelli, ha reconocido tener «dudas razonables de que Córdoba necesite ahora esa infraestructura» y ha pedido conservar los restos «para ponerlos en valor en un futuro».
Según Badanelli, seguir adelante con el proyecto «es construir un castillo de naipes que se les caerá en cualquier momento y Córdoba saldrá perdiendo», por lo que ha exigido «darle una vuelta y adaptarlo a las necesidades de la ciudad».
Los argumentos del gobierno municipal
El delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Torrico, ha sido el encargado de defender la postura de su grupo, que no es otra que la lograda el miércoles en Sevilla. Ha informado de que el proyecto cuenta con consenso ciudadano desde que se incluyó en el PGOU de 1986 y que la solución es más viable que la propuesta por el PSOE siendo Rosa Aguilar consejera de Fomento. El proyecto, en trinchera, ascendía a 187 millones, mientras el actual es de 29,5 millones.
Sobre la posibilidad de una elevación exagerada de la calzada, Torrico ha afirmado que «no va a haber una joroba sino un ajuste de rasantes y nunca de más de medio metro». Aún así ha reconocido que «va a ser una obra compleja y tendrá sus complicaciones».