El Brujo homenajea el sábado en el Gran Teatro a los intérpretes de los grandes clásicos del Siglo de Oro

Rafael Álvarez El Brujo cierra este sábado en el Gran Teatro la programación especial de Feria con su nuevo espectáculo, El viaje del monstruo fiero, un montaje en el que rinde homenaje a los intérpretes del Siglo de Oro que, para el creador teatral, son parte esencial de la escena española de la época.

El lucentino es un monstruo en esta función, no es un actor, sino el actor que puede transformarse en todos los personajes que menciona Lope de Vega en la loa en la que se ha inspirado El Brujo para crear esta pieza: «Aquí es hombre, allí mujer; / Aquí niño, allí gigante… / Este es el que en el tablao / todas estas cosas hace / cuando representar quiere / y en muchas comedias sale. / Ya sale mozo galán, / ya sale viejo, ya paje, / ya loco, ya portugués, / ya borracho, ya estudiante…».

Sobre el escenario, acompañado solo por la música en directo de Javier Alejano, el director, autor de la versión e intérprete cordobés presenta su biografía teatral mediante un recorrido a través de textos clásicos de autores como Lope de Vega, Quevedo, Cervantes, Calderón de la Barca, Shakespeare, Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz. «Este viaje -explica- es mi propio viaje a través de los escenarios donde todavía se celebran los vestigios de la gloria irrepetible del Siglo de Oro español. El público me hizo monstruo fiero por necesidad y así cumplí con mi parte de la herencia».

Estrenado el pasado año en el Teatro de la Comedia de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el montaje fue concebido para este escenario y surgió de un ofrecimiento de El Brujo a Lluís Homar, director de la CNTC, quien le sugirió que hiciera algo nuevo basado en el repertorio clásico. El actor partió de la citada loa de Lope de Vega, que califica de «un gran homenaje a la figura del actor», en torno a la cual «gira el teatro clásico del Siglo de Oro». En su opinión, «los que hacían que realmente la representación fuera un acontecimiento social no eran los autores, sino los actores», que se convertían en los intermediarios que hacían llegar las palabras del dramaturgo. «Lope sabía que sin el actor, sin esa intermediación, él no podía llegar al público popular», afirma.

Puesta en escena

La puesta en escena de El viaje del monstruo fiero, caracterizada por la búsqueda estética, tiene el sello personal del artista cordobés, quien aclara que siempre busca «la sencillez porque quiero que la gente oiga los textos y conecte conmigo, no con artilugios raros que distraen». La escenografía a base de alfombras de colores rojos es de Equipo Escenográfico PEB, el diseño de iluminación de Miguel Ángel Camacho se adapta a los textos y a la rítmica de la obra, el vestuario es de Georgina Moustellier y la dirección musical de Javier Alejano.

El Brujo tiene a sus espaldas una extensa y prolífica carrera en la que ha compaginado una exitosa actividad teatral con trabajos en el cine y la televisión. Buena parte de ella responde a su amor por la literatura clásica: «Yo entré -dice- en el Siglo de Oro de repente y descubrí una maravilla. Pasé de no entender nada a encontrar una caja de misterio que se me revelaba». Una carrera, por otra parte, que lo ha convertido en uno de los actores más populares y queridos del panorama nacional.