Las sombras del Arenal
«No puede servir de excusa que la Feria de la Salud es sólo una semana al año y que unos años hace mucho calor y otros un poquito menos»
La encuesta conocida este viernes sobre el grado de satisfacción de los cordobeses respecto a la Feria de Nuestra Señora de la Salud no arroja margen para la duda. La valoración de diversos aspectos es bastante alta, un 8,51 sobre 10, y lógicamente muy satisfactoria para los organizadores de esta compleja fiesta anual en la que no puede quedar un cabo suelto.
Los cordobeses valoran muy bien la presencia de efectivos policiales y sanitarios, la señalización de las casetas, los accesos e, incluso, hasta el servicio de autobuses. Pero cuando se les deja a los encuestados libertad para que digan aquello que hay que mejorar abrumadoramente se decantan por todo aquello que tiene que ver con el calor que hace en El Arenal.
De todos los que han participado en este trabajo, que son unas 400 personas entrevistadas telefónicamente, casi la mitad, un 47,2 por ciento, han respondido espontáneamente que lo que hay que mejorar son las sombras, plantar más árboles o poner aspersores. La contundencia de esta repuesta está reforzada por la distancia a la que queda la segunda opción, con un 13,2 por ciento, que pide mejoras en los aparcamientos.
Es verdad que el Ayuntamiento tiene ya prevista una plantación de 174 árboles para el mes de octubre, que es cuando se puede realizar esta operación pero hay que dar un paso más porque así se reclama, como se ve en el resultado de esta encuesta.
No puede servir de excusa que la Feria de la Salud es sólo una semana al año y que unos años hace mucho calor y otros un poquito menos. Efectivamente es la semana en la que más gente acude al Arenal, pero el recinto sigue ahí durante todo el año, con el mercadillo dominical (otra solanera en verano) y algún que otro uso fundamentalmente nocturno para huir de las altas temperaturas.
Si, efectivamente, hubiera más sombras y más árboles se le podría sacar un mayor rendimiento al recinto ferial en los otros meses. El número de actividades que se programarían podría ser mayor y no habría que esperar a que el sol se vaya para poder organizar algo, como pasa con el festival Córdoba Live o con los clásicos peroles estivales.
Además, con sombras, El Arenal sería una buena opción para aquellas personas que cada día salen a andar o a correr. El ejercicio lo harían en un lugar cómodo, con árboleda, más agradable, lejano del páramo que ahora es cuando se recoge el último tablón de la última caseta.
El objetivo es mejorar la experiencia, eso que ahora tanto se lleva. Si uno pasa un día sofocante en El Arenal es lógico que no quiera volver; en cambio, si cambia su imagen y se le dota de una arboleda de verdad, tendría sentido incluirlo en el anillo verde de Córdoba y que a nadie le dé la risa.