Sebastián Pérez, junto a los peces muertos en La Colada.
Presa de La Colada
¿De dónde viene la verdadera contaminación de La Colada?
El coordinador provincial de IU asegura que es por nitratos, no por algas
El embalse de La Colada, el trasvase al pantano de Sierra Boyera y la potabilización del agua del primero se han convertido, no ya en un problema para los alrededor de 80.000 habitantes del Guadiato y Los Pedroches, que no pueden beberla, sino en un caballo de batalla político.
Lamentable, seguramente, pero los actores implicados no lo evitan y, algunos autoinvitados, como es el caso de Izquierda Unida, parecen usarlo para obtener rédito político. Así se ha desprendido de la comparecencia del coordinador provincial de IU, Sebastián Pérez, que ha ofrecido una rueda de prensa para informar de la respuesta dada por el Gobierno Central a la pregunta formulada por el diputado Enrique Santiago sobre La Colada.
Ataque a la Junta
Una pregunta que, en su enunciado, ya deja claro que la solución del problema es lo de menos y lo importante es cargar las tintas contra la Junta de Andalucía, a cualquier precio. De ahí que se preguntara al Ejecutivo (del que son parte a través del sector Sumar/Podemos) qué ha hecho el Gobierno central y qué no ha hecho el andaluz.
¿Tendencioso? Lo más seguro, pues a partir de ahí Pérez se ha ceñido al guión y ha arremetido contra el Ejecutivo regional, al que ha acusado de ser «consciente y conocedor» de la contaminación de La Colada. Primero por estar informado del Plan Hidrológico de Cuencas (competencia del Gobierno de España, por cierto), y, segundo, porque La Colada está declarada como zona vulnerable a la contaminación por nitratos, que vendría por «fuentes difusas».
«Negacionismo»
Algo que ha servido al coordinador provincial de IU para acusar al Gobierno de Juanma Moreno de practicar un «negacionismo peligrosísimo», a la par que que ha asegurado que es competencia de la Junta ejecutar el programa de actuación en zonas vulnerables por contaminación difusa, así como la aplicación del código de buenas prácticas agrarias (la culpa, implícitamente, también de los agricultores).