La importancia de leer bien en misa

Es frecuente ver que en algunas ocasiones quien sale a leer en la misa no llega a cumplir su objetivo. Las lecturas no se leen sino que se proclaman y, a veces, los fieles salen del templo sin haberse enterado. Percatado de esta situación, Ángel Manuel Pérez, periodista sevillano y profesional de la locución, decidió hace cuatro años poner solución a este hecho «porque no me enteraba» y comenzó por la Vicaría VI de Madrid, donde vivía en aquel momento. La fórmula no es otra que un curso de unas tres horas de duración en la que se aprenden las claves y se pierde el miedo escénico.

Ahora, residente en Sevilla, imparte este curso en distintos lugares de España y de Andalucía, y Córdoba no es una excepción. En localidades como Cabra, Priego de Córdoba o Lucena ya han podido comprobar la efectividad de sus enseñanzas, lo que ha motivado que en su agenda ya tenga anotadas nuevas citas porque la demanda así lo exigen.

En la capital ha pasado por la parroquia de la Esperanza o de la Trinidad, donde ya ha dado tres cursos, el último para niños. En unos días estará en la hermandad del Prendimiento y después de Semana Santa lo hará con la Agrupación de Cofradías.

En qué consiste

Ángel Manuel Pérez explica el método, consistente en un curso intensivo de tres horas que se suele impartir en fines de semana, para facilitar la participación de los alumnos. Se trata de grupos de 18 personas como máximo, «para que yo tenga una operativa y haya un ambiente agradable, distendido». El funcionamiento «es sencillo: van saliendo de uno en uno a leer y les doy indicaciones, y después hacemos unas plantilla con las indicaciones para ser buenos lectores».

El curso no acaba aquí. Una vez terminado, añade, «creamos un grupo de WhatsApp donde envío los audios de las lecturas y también tenemos un canal de Youtube, llamado Vozdemisa, donde grabo las lecturas».

Una de las cosas que ha comprobado es que el resultado de los cursos «es muy bueno», aunque «hay que tener paciencia». Además, en aquellos sitios donde los imparte aconseja «una vuelta de tuerca» al cabo de un año para corregir aquello que sea conveniente y así pulir a los lectores.

Ángel Manuel Pérez ha recorrido con este curso diversas provincias. El primer paso que da es ponerse en contacto con el vicario general y con el delegado de Liturgia. En el caso de Córdoba tuvo este primer contacto con Antonio Prieto, actual obispo de Alcalá de Henares. Más tarde tuvo un encuentro con el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que «me causó una impresión estupenda».