Kate Middelton en el estreno de la última película de James Bond
MODA
Kate Middleton, la última influencer
La mujer de Guillermo de Inglaterra ha sido la estrella del estreno de la última película de James Bond en Londres
Nada hacía presagiar hace unos años que la entonces novia de Guillermo de Inglaterra se fuese a convertir en una señora bien vestida. Sosa en ocasiones, con un gusto dudoso en otras, Kate Middleton dejaba que desear en su selección de vestuario. Ahora se ha convertido en una impecable representante de la Familia Real británica y - por ende- en una de las grandes influyentes en la opinión pública en cuanto a moda se refiere.
Como tantas otras británicas, Katherine Middleton no tenía especial “mano” para escoger su vestuario ni para combinarlo bien. Zapatos de salón negros sin medias, faldas evasé a evitar, estampados poco atractivos, pantalones enfundados a presión y minifaldas poco favorecedoras eran parte de sus atuendos habituales. Y es que definitivamente las españolas, las francesas y las italianas, le suelen hacer sombra a sus congéneres de otros lares en cuanto a elegancia se refiere, entre otras cosas.
Pero esa Kate exigente, constante y con buen porte, ha realizado un sinfín de esfuerzos y ha conseguido finalmente hacer palidecer a otras royals británicas y europeas por su mesura y saber estar. Principalmente cuenta con una cantera de diseñadores a su merced digna de elogio. Pero en esto no es la única. En cambio, ella se ha sabido dejar asesorar bien por sus próximos y por una Casa Real británica que se inmiscuye en estos detalles a fondo. La duquesa de Cambridge escoge modelos adaptados a cada ocasión, evitando la rigidez en los momentos más familiares y campestres, pero llegando a la perfección en las cenas y galas. Toda una sorpresa fruto de la evolución y el esfuerzo.
Utiliza con profusión marcas británicas que, si bien no son las más creativas, replican bien modelos del mundo del cine y prendas clásicas de diseñadores intemporales. No duda, no obstante, en escoger ciertos accesorios de factura internacional que merecen la pena, sin complejos, pero sin airearlos con ansia. Puede presumir Kate Middleton de que la Reina de Inglaterra haya abierto su joyero para ella, prestándole tiaras, broches, pendientes y collares de una envidiable colección a la que no siempre la duquesa de Cornualles ni Meghan Merkel han tenido acceso. Ni siquiera Diana en su día tuvo a su disposición semejante repertorio. Se lo ha ganado. Paciencia, constancia, tesón.
Ha comenzado a combinar bien sus bolsos y zapatos con la ropa, ha mejorado su peinado tras cortarse la melena de tonadillera de hace unos años que tan poco gustaba a Isabel II y se retoca el rostro y maquilla con gran acierto. Pero en lo que más ha mejorado la duquesa de Cambridge es en la selección de su guardarropa. Tras imitar recurrentemente a Diana, incluso con su poco apetecible vestido azul de pedida, aquel que fue superventas durante meses y copiado hasta la saciedad, ha comenzado a escoger sus propios estilismos.
Los Duques de Cambridge en el estreno de 007
Kate, que en su boda se limitó a replicar en plan cursi y con escote a la fabulosa Grace Kelly en la suya, ha deslumbrado en Londres esta semana durante la presentación oficial de la última película de la serie de James Bond, Sin tiempo para morir. Con un favorecedor vestido de Jenny Packham dorado, que replicaba el estilo hollywoodiense de los años 40 y se asemejaba peligrosamente a algún exitoso vestido de Naeem Khan, la duquesa de Cambridge brilló en el Royal Albert Hall al lado de su marido, del príncipe Carlos y Camila, un cuarteto espectacular en representación de los Windsor. El modelo recordaba al que Diana de Gales lució en el estreno de A view to a kill, aunque Kate lo aliñó con un maquillaje corporal ad hoc y unos efectistas pendientes dorados de O’Nitaa, una marca británica de origen indio que crea maravillosos atuendos y accesorios.
Kate Middleton se ha convertido actualmente, y más después de esta aparición, en una de las mujeres más seguidas en cuestión de estilo, sobre todo en el mundo anglosajón. Sin proponérselo demasiado, lentamente y con la mejor ayuda y consejo, la duquesa de Cambridge ha conseguido ser una referencia, superando con sus aciertos a muchas importantes celebridades. E increíblemente, algo inesperado, dejando a su cuñada Meghan en la cola con un golpe de tacón, de joyero y de melena.
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