Elsa Schiaparelli en París, creadora de moda y arte

«Esa escultora italiana estrambótica que fabrica ropa», como denominaba Coco Chanel a Elsa Schiaparelli, su coetánea y rival, será la protagonista de una exposición que comenzará el mes de julio en el Museo de las Artes Decorativas de París. La vida personal y profesional de la creadora romana se entrelazarán en una muestra que promete ser interesante.

Elsa Schiaparelli no fue una modista al uso. Aunque sabía dibujar y cortar patrones, su formación era más etérea e intelectual. Además de haber cursado Filosofía y Letras, cultivó sus conocimientos de historia, arte e idiomas, profundizando en la Astronomía por influencia de un tío suyo y desarrollando un gran gusto por todo lo estéticamente curioso y superlativo. Nacida en Roma en el seno de una familia «bien», fue poco ortodoxa en cuanto a su profesión y gustos personales. Comenzó escribiendo una novela erótica y, más tarde, se convirtió en coleccionista de pintores y escultores vanguardistas. Amiga personal de Man Ray, Salvador Dalí, Giacometti y Jean Cocteau, Schiaparelli fue parte integrante del movimiento surrealista y reunió numerosas obras de arte, piezas de ropa de distintos países, así como una colección propia que acabo constituyéndose en marca de moda.

Creativa y excéntrica, la Schiaparelli –a la que sus amigos llamaban Schiap por petición propia– pasaba una gran parte del día en la cama, según cuenta su nieta, Marisa Berenson. Rodeada de cojines rosas y capaz de cambiarse de atuendo tres o cuatro veces al día aunque no fuese a salir de su habitación, combinaba prendas exóticas traídas de sus largas estancias en Túnez, accesorios bizantinos, tapicerías de leopardo, collares barrocos, tocados sofisticados y una decoración que combinaba el art decó con esculturas de Giacometti, alfombras persas y mobiliario asiático.

Impulsiva, cariñosa y reservada, se casó con un francés y tuvo una única hija, Maria Luisa, a la que llamaron Gogo. Gogo heredó su legado y tuvo dos hijas, la actriz y modelo Marisa Berenson y Berry Berenson, viuda de Anthony Perkins y desaparecida en los atentados de las Torres Gemelas. Fue Gogo la que acabó encargándose de los diseños de la casa de modas de su madre. Marisa aún recuerda el fuerte acento italiano de su abuela, su cuarto de baño tamaño salón de baile, sus colecciones de bibelots, sus geniales manías y largos rituales de belleza.

Schiaparelli fue una creadora con una imaginación sin límites: quizás más de una vez patinó entre la moda y el arte, no pudiendo encasillarse en ninguna de las dos materias. Enemiga acérrima de Coco Chanel, además de crear moda, inventó sus propios perfumes y objetos decorativos, siempre dictando un estilo particular al que la fisonomía femenina debía adaptarse, todo lo contrario de la teoría de Coco de ofrecer prendas cómodas a la mujer.

El grupo Tod’s, que cotiza en la bolsa de Milán, compró Schaparelli y nombró su director creativo a Marco Zanini, aunque desde 2019 está a su cargo el texano Daniel Roseberry. Entre las piezas que se encontrarán en la exposición están prendas «tuneadas» por Elsa, que compraba y modificaba ropa en los 5 continentes durante sus viajes. Pero, además, se podrán ver dibujos, esculturas, piezas de su colección personal subastadas por su nieta Marisa Berenson en Christie's hace unos años y joyas, en muchos casos pertenecientes a la Union Française des Arts du Costume, a la que la propia Schiaparelli cedió múltiples piezas tras su muerte. La muestra promete no aburrir. Museo de las Artes Decorativas de París, del 6 de julio de 2022 al mes de enero de 2023.