Angela Merkel, en el restaurante Don Julio
Los restaurantes con más historia de Buenos Aires
Un cielo culinario en Sudamérica entre la diversión de Palermo, la elegancia de Recoleta y las bulliciosas calles de Corrientes
Corrientes 348 segundo piso ascensor, Puerto Madero y un tango de Gardel con un cóctel de amor para una ciudad que enamora por la noche y por el día conquistando por la elegancia de los tangos, por la cercanía de sus gentes y por una gastronomía que se extiende mucho más allá de la calidad de la carne argentina, innovando, apostando por los tesoros del mar y jugando entre la creatividad y la tradición regada por vinos de Mendoza, de Cafayate y del Valle de Uco. Un cielo culinario en Sudamérica entre la diversión de Palermo, la elegancia de Recoleta y las bulliciosas calles de Corrientes. Sensualidad y gastronomía en la ciudad más europea de Sudamérica.
Parilla Don Julio
Noches de Palermo que comienzan en Don Julio, el auténtico templo de la carne argentina con una bodega infinita. Restaurante elegido como el número diez del mundo en la lista de 50 World Best que da inicio a su recital con las caricias de fuego sobre morcilla y chorizo criollo, tierna textura que expande en el gusto sus notas ahumadas, chinchulines y mollejas con un ligero toque de limón que acompañan a las empanadillas de notas crujientes. Maridaje del Gran Enemigo de la bodega Aleanna en Gualtallary (Mendoza), tinto fragante y profundo de color rubí que revela una nariz intensa y refinada predominando aromas a fruta negra seguidos de nota violeta y chocolate negro, en boca suavidad y finura con una grata acidez y un final esencia de elegancia. Excelente tinto que abre las puertas a una sinfonía de la mejor carne de La Pampa entre las que destacan el bife de chorizo mariposa, el asado de tira, el ojo de bife o los cortes magros de bife de cuadril o vacío del fino. Un auténtico paraíso para los amantes de la carne y del vino argentino, que incluso ahora ofrece también una opción vegana para satisfacer a todos los paladares.
El Preferido
Sin salir de Palermo nos encontramos con El Preferido, restaurante de indudable ascendencia española con espacios amaderados y una barra en la que se puede contemplar la preparación de los platos en cocina. Tradiciones argentinas de una milanesa fugazzetta de bife de chorizo en el que reina la carne y la cebolla rehogada, imprescindible para paladares que buscan sabor y platos contundentes acompañado de unas patatas fritas deliciosamente caseras. Guiños a España con notas argentinas a través de un guiso de lentejas con huevo escalfado y hierbas o con una sartén de morcilla, huevo de campo y pimentón de La Vera. Estupenda tortilla de papas tradicional y atrevidos langostinos al ajillo para un maridaje que engalana una variada charcutería artesanal que va desde el jamón crudo con ajíes en vinagre hasta la sobrasada. Vino que se presenta con «Días perfectos» del valle de Uco con aromas a frutas rojas frescas y notas florales, emanando pura frescura y equilibrio en boca con taninos suaves y final persistente.
Croqueta Crizia
De la tradición al romanticismo y la vanguardia sin salir del barrio más culinario de Buenos Aires, para llegar a Crizia espacio culinario a media luz para recrear una atmósfera de misterio y apostar por el mar con cuidadas presentaciones. Aperitivos de croqueta de pescado y salmón dando entrada a unos «langostinos grillados» a la leña procedentes de Puerto Madryn acompañados de una salsa X.O. , pickies de cebolla y berros. Juego de chipirones en fritura y a la brasa con origen en las Islas Malvinas escoltados por papas, magna cauda, croute de enebro y ajo crocante. «Costa y Pampa» un sauvignon blanc 2023 de Trapiche de textura caudalosa en boca, paradigma de frescura y marcada presencia mineral sirviendo de océano por el que nadarán una variada selección de ostras y un trucha salvaje de la Patagonia servida con juego de cítricos y frutales entre la manzana asada, las uvas, el apionabo, la lima y el hinojo. Restaurante para enamorar y dejarse seducir, proclamando que Buenos Aires es mucho más allá que la carne.
Restaurante La Brigada
Alrededores de Corrientes entre clásicos de pizza porteña homenaje a la fugazzetta y al queso fundido en raciones contundentes que habitan entre Guerrin y El Cuartito para sumergirnos en la vida diaria del bonaerense. De Corrientes a San Telmo, para pasear un domingo ente su infinito mercadillo y llegar a La Brigada auténtico santuario del futbol argentino y de la carne. Un restaurante que se convierte en un original museo para coleccionistas de «remeras históricas» con el icono «Diego Armando Maradona» como la «mano de Dios» que preside el lugar y nos brinda un matambre casero, una deliciosa provoleta de cabra, una colita de cuadril o un contundente bife de chorizo que se acompaña de mollejas vacunas de corazón, longaniza, bondiola y chinchulines de chivito. Del barrio de Mafalda a Palermo de nuevo para cenar en «Julia», restaurante alternativo en el que degustaremos una magnífica merluza a la parrilla con ragout de «nduja e hinojo». Creatividad con el calamar con pesto de yogur y palta, con el tartar con mayonesa de «shio koji» y la torta frita y puro frescor con los espárragos que se sirven con tirabeques, frutillas, tahini y ponzu. Gastronomía alternativa que encandila al comensal.
Clásicos innovadores con el Niño Gordo una genial parrilla asiática que une sabores porteños y de oriente, riqueza cultural para descubrir la elegancia de la cocina judía en Mishiguene con el tabule de camarón y mango o un delicioso baba gaboush, originalidad y presentación para cenar en el «Horcher de Buenos Aires» el restaurante Oviedo clasicismo y materia prima para disfrutar de un cochinillo supremo, de langostinos al ajillo o de una sensacional calderaida de salmón, langostinos, chipirones y cholga. Buenos Aires una ciudad apasionante y con gran riqueza gastronómica para enamorarse y cantar un tango de Gardel el día que me quieras desde el azul del cielo…