Cinco cuentos clásicos de Navidad para terminar las vacaciones con el mejor espíritu

Ya casi han llegado los Reyes Magos, lo que significa que la vuelta al cole está a la vuelta de la esquina. Para todos aquellos que quieran empezar el año recuperando el hábito lector y fomentándolo en sus hijos aquí dejamos estas ideas, que también pueden ser regalo de última hora que añadir a la lista.

La Navidad es cada año el mejor momento del año para recordar por qué esta fiesta se celebra, pero para los más pequeños de la casa puede resultar aún complicado leer por sí mismos los evangelios que hablan de la venida de Jesús. Por ello, el primer volumen de esta recopilación de clásicos navideños no puede ser otro que La primera Navidad, de Jan Pienkowski, el artista polaco que recreó la Natividad acompañado con fragmentos de los textos de Lucas y Mateo, evangelistas. La única pega es que no ha sido traducido al castellano, por lo que habría que disfrutarlo en inglés, por ejemplo.

La historia de la Navidad, de Robert Sabuda, es otro título dedicado a comprender y recordar el verdadero sentido de estos días. Se trata de un álbum de láminas en tres dimensiones, que el autor ha elaborado sin uso del color ni demasiados detalles, pero decorado en oro y nácar. Para algo menos visual y para niños que ya hayan aprendido a leer bien, está El Belén que puso Dios, de Enrique Monasterio, en el que invita en 152 páginas a descubrir la ternura de Dios.

Hay muchos otros clásicos que son también ambientados en esta época pero no hace tantos siglos. Quizá el más conocido sea Cuento de Navidad, de Charles Dickens, con el que aprender a compartir, querer y ser querido. El señor Scrooge es el ejemplo perfecto de que las personas pueden cambiar y mirar hacia el futuro olvidando los rencores del pasado, y hacer el bien en el presente.

Cartas a Papá Noel, de J. R. Tolkien es una recopilación de misivas que durante los años el autor de El Señor de los Anillos escribió a sus hijos haciéndose pasar por el hombre d rojo y la barba blanca. Esta divertida tradición en familia quizá pueda despertar la creatividad de algunos de los miembros del hogar.