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23 de abril de 2024

Miguel Ángel Martínez-González

Miguel Ángel Martínez-GonzálezThorun Piñeiro

Entrevista

El doctor Miguel Ángel Martínez-González: «La pornografía está educando a toda una generación»

El catedrático de Salud Pública de la Universidad de Navarra acaba de publicar su tercer libro, Salmones, hormonas y pantallas: El disfrute del amor auténtico, visto desde la salud pública

Un salmón, metafóricamente hablando –para el doctor Miguel Ángel Martínez-González–, es un joven que no sigue las corrientes sociales, y como este pez remonta el río para llegar al lugar donde nació, los jóvenes han de cuestionar lo establecido y hacer su propia revolución.
Salmones, hormonas y pantallas es el último y recién publicado libro del catedrático de salud pública en la Universidad de Navarra y catedrático visitante en Harvard. De la obra, de las corrientes que han de remontar los salmones y jóvenes, del valor que se le da a la inmediatez, de adicciones, pornografía y sexualidad, habla Miguel Ángel Martínez-González en El Debate.
Miguel Ángel Martínez-González, durante su entrevista con El Debate

Miguel Ángel Martínez-González, durante su entrevista con El DebateThorun Piñeiro

–Los salmones van a contracorriente, ¿deben los jóvenes de hoy en día hacerlo también? Y ¿contra qué? Es decir, ¿cuál es la corriente que no han de seguir?
–Este libro, Salmones, hormonas y pantallas, es un reto en toda regla a la cultura tóxica actual, especialmente en los temas de adicciones y sexualidad. Un reto a toda una cultura que viene de los últimos coletazos de la revolución sexual de mayo del 68 del siglo pasado. Esos que hicieron la revolución tienen ahora 70 u 80 años y se dan cuenta de que esos frutos han sido amargos, de que estamos ahora en una sociedad mucho más depresiva, que ha aumentado mucho el consumo de antidepresivos. Una sociedad donde la primera causa de muerte en los jóvenes es el suicidio. Una sociedad donde hay más rupturas conyugales que nunca. Parecía que se iba a superar el divorcio, que se iba a superar la pobreza, que se iba a superar el maltrato a la mujer, y resulta que hay más violencia doméstica, hay más divorcios y hay más depresión. Ahora hay que hacer otra revolución y la tienen que hacer los salmones. Jóvenes que van contracorriente, que tienen un propósito a largo plazo en su vida, que saben gestionar muy bien los impulsos. Prefieren una felicidad mucho mayor a largo plazo que la gratificación instantánea y barata.
–Habla en su libro de cambiar el ambiente social yendo a contracorriente, como ocurrió con el tabaco, pero, ¿qué otras amenazas hay ahora en el ambiente? Y, ¿qué papel juegan las redes sociales en todo ello?
–Hablo también del alcohol. Es muy distinto el patrón mediterráneo de consumo de alcohol, donde es parte del patrón alimentario, como tomarse una copa de vino con la comida, que es donde no hay excesos. El uso el alcohol como droga psicoactiva los fines de semana dentro del contexto del botellón, del binge drinking, ahí, el patrón de consumo es el atracón. A esto se une también la cultura del `enrolle´, ir a pillar a la que se pone por delante para acostarse con ella y si te he visto no me acuerdo. Usa a la chica como un instrumento, un dispositivo de liberación rápida de un orgasmo. Desgraciadamente esto está pasando, y al contrario, con la chica, también ocurre. Lo que hay que decirle a los jóvenes es que lo más importante no es que sean directivos de una gran empresa o que saquen unas oposiciones o que sean el médico súper crack de su especialidad, sino cuando vuelvan a su casa y tengan 40 años, ¿qué va a pasar en su hogar de puertas adentro? Una familia fuerte y una vida que no sea desgraciada solo se construye dándole a la sexualidad todos los contenidos que tiene que tener. La OMS dice que la salud sexual es integrar los afectos no solo somáticos del cuerpo, sino emotivos, intelectuales, sociales, familiares, de comunicación y, sobre todo, de amor.
Miguel Ángel Martínez-González, autor de Salmones, hormonas y pantallas

Miguel Ángel Martínez-González, autor de Salmones, hormonas y pantallas

–¿Hacia dónde va una sociedad con jóvenes que solo valoran la inmediatez, también en el plano de las relaciones sexuales? ¿Dónde deja esto al amor y al respeto?
–La hipersexualización del ambiente está muy relacionado con la abundancia de problemas de salud mental. El ser humano tiene que funcionar de acuerdo con sus valores, su naturaleza, su constitución cerebral. Cuando se le despoja de todo eso, se avería. Es como si a un coche en vez de echarle gasolina y aceite, le pones mermelada y champán, porque te gusta más. Es importante que no se distorsione la percepción cerebral y mental de qué es el amor entre un hombre y una mujer, de qué es tener una pareja, una relación romántica fuerte sólida, permanente y duradera. Todo esto se está desvirtuando con esta cultura, porque hay consumismo y porque detrás hay tiburones que quieren fomentarlo. ¿Cuáles son? Yo lo llamo Corporación Industrial de Pornografía Online (CIPO), a la que le interesa mucho esta cultura del enrolle fácil y de la hipersexualización; los que venden contraceptivos, condones, las redes sociales… Incluso sectores de la industria farmacéutica que han mentido científicamente y luego han tenido que pagar 1.600.000 dólares en compensaciones a chicas que se han quedado paralíticas, que han tenido un ictus por usar anticonceptivos continuamente.
–Una gran contradicción que refleja en su obra es que mientras que se intentan prevenir los contagios de ETS, dando preservativos gratuitos o recetando anticonceptivos, se fomenta que los jóvenes tengan cuantas mas relaciones mejor, porque así serán más libres.
–Tú eres libre en la medida en que ejercitas tu voluntad. Si alguien entra en una pastelería y devora todo lo que hay y cuanto más, mejor, pasa una indigestión y lo tiene que llevar al hospital. Lo mismo pasa con el preservativo y con el consentimiento. Se han multiplicado por diez las cifras de sífilis entre el año 2000 y el año 2019. Las clamidias no es tan fácil llevar la cuenta, pero cada vez hay más chicas que se quedan estériles porque se han infectado por clamidia y no se enteran. Hay otros virus que causan cáncer y son silenciosos y se transmiten por una infección de transmisión sexual. Y el secreto mejor guardado que nunca se dice en la prevención de enfermedades transmisión sexual es que cuando tienes una pareja mutuamente fiel y eres monógamo y ambos no están infectados se acabaron los problemas de infección de transmisión sexual.
El doctor Miguel Ángel Martínez-González

El doctor Miguel Ángel Martínez-GonzálezThorun Piñeiro

–Quizá este último, la pornografía, sea de lo que más alarma debiera de generar, pero, ¿hasta qué puede verse esta preocupación, en las familias, en los colegios, y por encima, en las administraciones publicas?
–La pornografía es altamente adictiva. Sigue el patrón de todas las adicciones, que es compulsión. Y entonces llega un momento que tiene un impulso que no puede controlar y necesita cada vez más. Tiene que aumentar la dosis y ver cosas que inicialmente le podían parecer aberrantes, asquerosas, repulsivas y luego le parecen normales. Al final, el 90 % de los contenidos de la CIPO son agresivos, violentos contra la mujer y se normaliza en el cerebro que este es el modo de tratar a una chica. El gran educador en todos estos temas de las relaciones románticas, de la afectividad, de la pareja, no son los padres, desgraciadamente no son los profesores, no es el Ministerio de Sanidad ni el Ministerio de Educación, sino que es la gran corporación de pornografía online que está educando a toda una generación. Cuando se hacen estudios serios como el de Barbero y Vives en España, se demuestra sus consecuencias: que una de cada diez mujeres ha sufrido acoso sexual. Los delitos sexuales van en alza y, por supuesto, la patología psiquiátrica mental va en alto.
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