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07 de mayo de 2024

Varios niños en la guardería de la base ‘Príncipe’ de Paracuellos de Jarama

Varios niños de primer ciclo de Educación InfantilArchivo / Europa Press

Las primeras semanas de colegio dividen a padres y profesores: ¿Funciona el periodo de adaptación?

En el paso de la guardería al colegio, cuando los niños tienen 3 años, transcurren unas semanas iniciándose progresivamente en los horarios escolares, algo que genera opiniones diversas en docentes y familias

Los niños empiezan el colegio en septiembre, y algunos hasta pasadas unas semanas no han hecho del todo. A los 3 años, el primer día quizá sus padres hayan tenido que dejarle en el centro una media hora con otros cuatro niños; al día siguiente la clase se alarga en tiempo y sucesivamente durante la semana también en afluencia. Esto es comúnmente conocido como periodo de adaptación. Según explica Rosa Iglesias, asesora pedagógica en el Centro de Educación Infantil Sensory Skills de Sevilla, suele durar entre una semana y diez días lectivos y sirve «para que los niños pasen del calendario vacacional al escolar», dice la docente.
Este periodo de adaptación se da únicamente en primero de infantil, cuando los niños tienen tres años. A esta edad, explica Iglesias, es necesario por el paso de la guardería de 0 a 3 años a Educación Infantil, de 3 a 6 años. «Se ha de hacer de manera progresiva para que los alumnos conozcan los espacios, a la educadora –afirma– y no sientan que de pronto se les ha metido en un lugar que desconocido con un montón de niños que tampoco conocen».

En opinión de los profesores

Durante estos días los maestros tienen la oportunidad de estar en el aula con unos pocos niños a cada rato y poder atenderles y conocerles de manera más individualizada. La asesora pedagógica aclara que esto supone también que se vaya creando entre el niño y su profesora un vínculo de apego. «Los niños sienten que ya tienen una figura que en un momento dado los ayuda y va a estar pendiente de ellos», expresa Iglesias.
Fuera del colegio, en casa, los padres lo ven desde fuera sin entender muy bien el sentido del periodo de adaptación. María Capellán, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (CEAPA), lamenta que para que los niños puedan ir al colegio esos primeros días tan pocas horas muchos padres se ven obligados a guardarse unos días de vacaciones para septiembre y cogérselos entonces. «O coges vacaciones o tienes que depender de la abuela, la tía o la vecina para poder compaginar el periodo de adaptación con las empresas, en las que no tenemos esa flexibilidad horaria», manifiesta Capellán.

La logística de las familias

En palabras de la presidenta de las asociaciones de padres es «un poco absurdo». «Sobre todo porque la mayoría de los niños ya han ido a la guardería y ese periodo lo tienen superado», continúa.
«Esto se hace pensando en lo que es bien para el niño», opina Iglesias. Si bien, para las familias supone una complicación a la hora de organizarse. «Entiendo que la conciliación es muy complicada, pero no queda otra», sentencia la asesora pedagógica. La logística, apunta Capellán, supone hacer un «cambalache de horarios» en el que tampoco ve un efecto positivo en los niños, que según apunta la presidenta de las AMPAS de España, «no entienden que un día les levantes y les lleves tres cuartos de hora a clase y luego les vuelvas a llevar a casa».
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