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Un niño cortando un alimento

Un niño cortando un alimentoPexels

Estos son los accidentes domésticos más comunes y así puedes evitarlos (sobre todo si tienes hijos)

Cortes, intoxicaciones, caídas... en España se producen cerca de 3.000 accidentes diarios en el hogar. Con el inicio de las vacaciones, estos percances pueden multiplicarse si no se toman precauciones

Cerca de 3.000 accidentes domésticos a diario. O lo que es lo mismo, más de 900.000 accidentes al año en los hogares españoles. Esta es la cifra que manejan compañías de seguro a la hora de establecer sus tarifas de protección en el hogar. Las casuísticas se repiten como patrones comunes: cortes, quemaduras, ahogamientos, resbalones... Y también la población de mayor riesgo: los ancianos que viven solos y, sobre todo, los menores.

Con el final de las clases por la tarde y la proximidad de las vacaciones, son precisamente los niños quienes van a pasar más tiempo en casa y quedan más expuestos a posibles percances que les pasen factura. Por eso, los expertos recuerdan cuáles son las acciones cotidianas con las que debemos extremar la atención para evitar sustos, y también qué medidas llevar a cabo para prevenirlas.

Los accidentes más comunes

Según las indicaciones que da la empresa especializada en sistemas de protección doméstico Cleverea, los accidentes domésticos más frecuentes son:

1. Caídas: Es la principal causa de lesiones en el hogar. Para evitarlas, es fundamental no dejar objetos por el suelo (como juguetes, cables o zapatillas), sobre todo en pasillos y escaleras. Con particular atención, en esta época, a los charcos provocados por bañadores o juguetes de agua.

Colocar alfombrillas antideslizantes bien adheridas (como las tan de moda alfombrillas vinílicas) y que las zonas de paso estén bien iluminadas ayuda a evitar tropiezos.

2. Cortes: Tijeras, cuchillos, herramientas y vidrios rotos (como vasos o botellas) propician algunas de las situaciones más peligrosas. Para evitar los accidentes, lo más útil es guardar los objetos punzantes en cajones y depositarlos con la punta hacia abajo en el lavavajillas.

Con un consejo «contraintuitivo»: es mejor que los cuchillos estén bien afilados, porque requieren menos presión y es más difícil que se resbalen.

3. Quemaduras e incendios: Bien sea por el contacto con cerillas, superficies calientes o agua hirviendo, las quemaduras y pequeños incendios pueden ser uno de los accidentes más peligrosos, sobre todo para los niños.

Planchas, cocinas encendidas o barbacoas generan situaciones de riesgo y es necesario advertir, tanto a los ancianos como a los menores, de que están en uso.

4. Intoxicaciones: La mayor parte de intoxicaciones accidentales tienen que ver con un incorrecto almacenaje de productos de limpieza o de medicamentos. Para esquivar confusiones, los líquidos no sólo deben estar en sitios altos o cerrados, sino que además se debe evitar pasarlos a botellas o envases de bebidas para evitar ingerirlos por accidente.

5. Electrocuciones: Enchufes defectuosos, aparatos estropeados o cables junto a zonas de agua como piscinas o fuentes puede provocar descargas y electrocuciones. No sobrecargar los enchufes, utilizar aparatos a pilas o con batería en el exterior, usar cubre enchufes y revisar o apagar las regletas ahorra sustos de alto voltaje.

6. Asfixias: Si las inhalaciones de gases suelen darse más en invierno por el uso de estufas o chimeneas, las asfixias de verano tienen más que ver con el uso de elementos de plástico, como globos y pajitas, o el consumo de frutos secos.

Consejos de seguridad

A estas indicaciones de seguridad pueden añadirse otros consejos, pensando sobre todo en los más pequeños:

Colocar cierres de seguridad: Poner pestillos especiales en los cajones y armarios que contengan objetos punzantes, tóxicos o frágiles, bloquear las puertas de acceso a habitaciones peligrosas, o colocar sujeta puertas para evitar portazos por las corrientes de aire.

Proteger esquinas: Colocar esquineras blandas en los muebles de cantos duros o puntiagudos evita golpes y cortes accidentales.

Instalar barreras: En balcones, escaleras y terrazas es necesario instalar barreras físicas, como celosías o portezuelas, que impidan las caídas. Y si las ventanas son accesibles deben tener cierres de seguridad.

Baño seguro y vigilado: El baño es uno de los lugares más peligrosos. Nunca hay que dejar a los niños solos en la bañera o en la piscina infantil, aunque el nivel de agua sea bajo; los productos de higiene y cremas solares deben estar en sitios elevados y es necesario desenchufar elementos como secadores, cargadores, radios o altavoces inteligentes. Proteger camas y cunas: Instalar barreras anticaídas, barrotes o chichoneras son formas seguras de proteger el sueño y los momentos de descanso.Ojo a muebles y ventanas abiertas: No dejar puertas altas o ventanas abiertas, con las que los pequeños puedan golpearse en la cabeza, o evitar dejar sillas junto a muebles que inviten a «trepar» por ellos, ahorra accidentes.

Como siempre, la mejor protección es dar una educación a tiempo. Enseñar a los niños –y recordar a los mayores– que no hay que acercarse al fuego, ni tocar enchufes, ni asomarse a la ventana, ni ingerir sustancias sin permiso, ni dejar tirados los juguetes o los bañadores es el camino más seguro para disfrutar del tiempo en casa.

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