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Las tensiones de pareja son frecuentes durante las vacaciones, llegando incluso a provocar separacionesGetty

Estos son los siete consejos para evitar discusiones de pareja este verano

El conflicto es parte de la relación y, más aún, durante los meses de máximo calor, pero no por ello debe ser angustiante e ineludible. Así lo confirman diversos especialistas en mediación matrimonial

Los días de descanso estival suelen proyectar crisis o, más bien, poner en manifiesto diferencias que la rutina del año muchas veces no deja ver. Tras meses de planificación y ansiada espera se vislumbra un escenario que parece ideal. Y de repente, todo sale mal, desencadenándose un sinfín de choques entre matrimonios que sostienen voluntades y opiniones dispares.

Esto se debe –según expertos como Tony Crespo, psicólogo de la unidad de psiquiatría del hospital 'La Salud' de Valencia– a que este período es muy intenso y emocionalmente estresante.

De hecho, casi el 30 % de las parejas discute durante el verano y, tras el mismo, las consultas notan un incremento notable, algo que reconoce haber observado a lo largo de su experiencia profesional.

Sugerencias de un profesional

Según la psicóloga Vanesa Hernández, especialista en psicooncología y terapia de aceptación y compromiso, estos son los siete consejos para evitar este tipo de polémicas durante los meses más calurosos del año:

Regular las expectativas: tener presente que discutir es algo que puede pasar, pero que también puede reconducirse.Mostrar una actitud positiva: las personas llevan todo un año esperando a que llegue este momento; hay que preguntarse, ¿cómo quieres vivirlo? Es fundamental mantener un espíritu proactivo, alejado de quejas y victimismos, ya que para ello se cuenta con todo el año.Tener cierta flexibilidad y adaptación: no siempre las cosas salen como uno se imagina, y más si se tienen hijos, los imprevistos son una constante. Lo importante no son los desacuerdos, sino cómo sortearlos. Hay que centrarse en la solución, no en el problema, tratando de llegar a acuerdos.Cuidar las formas: en numerosas ocasiones, no es lo que se dice, sino cómo se dice. Una mala contestación puede dar cabida a un enfrentamiento, y, por ende, es primordial el respeto y ser prudentes.Ser transparentes y realistas: ayuda a evitar decepciones y posibles fuentes de estrés.Posponer temas cotidianos: conviene no caer en el error de aprovechar la desconexión y el tiempo libre para hablar sobre el cambio de la hipoteca o la empresa de electricidad. Esos temas ya se tratarán a la vuelta.Tener cuidado con pensamientos trampa: «hemos discutido, ya se han arruinado las vacaciones». No tiene porqué, además, este pensamiento coloca a la persona en una postura pasiva y pesimista, desde la que no vendrá nada bueno a futuro. Por lo tanto, ante un desacuerdo es importante la comunicación abierta, así como la búsqueda de soluciones mutuamente satisfactorias.

Un matiz a tener en cuenta

Y, por encima de todo lo anterior, el buen humor y fomentar momentos de risa y diversión en familia, puesto a que el verano es la época que más se presta a ello, concluye la que es también directora del centro 'Norba Psicología'.

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