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Una pareja pasa frente a un escaparate con descuentos por el Black Friday

Una pareja pasa frente a un escaparate con descuentos por el Black FridayEP

Cómo el Black Friday puede fortalecer tu matrimonio (y no tiene que ver con ahorrar dinero)

El Black Friday no tiene por qué sinónimo de ofertas o compras compulsivas: puede convertirse en una oportunidad para cuidar el vínculo matrimonial si uno de los dos habla el «lenguaje del amor» del regalo

Cada año a finales de noviembre ocurre lo mismo en muchos hogares: llega el Black Friday, las ofertas caen como lluvia y muchas parejas entran en «modo supervivencia». Uno de los dos teme el dispendio, otro teme mirar la cuenta, y ambos se prometen «esta vez no pasarnos», aunque de por medio puedan colarse discusiones, gastos excesivos o reproches.

Sin embargo, algo positivo emerge entre tanta promoción: para muchos matrimonios, esta estrategia de marketing que sirve para adelantar las compras navideñas puede ser una ocasión para fortalecer su relación, incluso, salvarla de una crisis incipiente o más o menos asentada.

La única condición para lograrlo es entender y aplicar bien «el lenguaje del regalo», uno de los cinco lenguajes del amor que Gary Chapman popularizó hace décadas.

El lenguaje del regalo: más que comprar

Según esta teoría, recogida en su obra homónima, Chapman sostiene que algunas personas expresan mejor su amor, o necesitan sentirse amados, a través de los regalos físicos.

Y no tanto por su valor material, sino porque a través del detalle perciben de un modo más vivo el cariño, la seguridad, la presencia y el reconocimiento.

Como apunta este antropólogo especializado en atención a las parejas, no se trata de un ejercicio frívolo de mero consumismo, sino que aquella persona que expresa el amor, o lo reclama, a través de este tipo de lenguaje, percibe el regalo como una suerte de mensaje emocional.

En palabras de Chapman, una persona que tiene este lenguaje como su modo primario de amar, «cuando recibe un regalo, siente que ha sido pensada y tenida en cuenta».

Y así, el Black Friday, lleno de precios rebajados, puede ser una oportunidad para quienes tienen este «idioma afectivo». No se trata de gastar más, sino de pensar mejor, porque «un pequeño detalle, como un libro, una bufanda, un recuerdo compartido, comunica el amor de forma más eficaz que cien discursos».

Experiencias compartidas: dos en uno

La cuestión no es accesoria, pues en España, siete de cada diez hogares reconocen discutir por temas económicos. Así, el Black Friday puede ser un territorio minado… o un terreno fértil, si se evitan las compras impulsivas y se plantea una de las preguntas que sugiere Chapman: ¿Qué compra tendría más valor afectivo para mi esposo o para mi esposa?

Además, el célebre consultor matrimonial recuerda que las experiencias compartidas, y no sólo los objetos, llegan a generar incluso más satisfacción emocional a largo plazo.

Por eso, un regalo que invite a pasar tiempo juntos (como una cena especial, una pequeña escapada familiar, o un curso para hacer algo en común) tiene más peso que un producto comprado sin pensar, porque además suma otro de los cinco lenguajes, compartido por la mayoría de las personas: el tiempo de calidad.

Como concluye Gary Chapman, «los regalos no tienen por qué ser costosos, y no obstante, para algunas personas su valor no tendrá nunca nada que ver con el dinero, pero sí todo que ver con el amor que pones en ellos».

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