
La relación con C. Tangana se fraguó en pleno confinamiento, cuando ambos eran incapaces de salir de México
Gente
Rocío Aguirre, la fotógrafa chilena que ha conquistado a C. Tangana
Llegó a España para estudiar imagen de moda y publicidad y se quedó por amor convertida en fotógrafa consagrada
«Rocío, te quiero». Con esta declaración tan simple como efectiva, C. Tangana declaraba su amor ante las 15.000 personas que acudieron a su último concierto en la capital madrileña. Las palabras llegaban minutos antes de comenzar a interpretar el clásico tema Suavemente de Elvis Crespo y se convertían en las primeras dedicadas a su novia desde hace dos años.
Su relación comenzó en pleno confinamiento. Rocío había llegado a España meses antes con un permiso de residencia de estudiante y a dos semanas de tener que regresar a Chile conoció al cantante en un bar. Fueron sus amigos en común los que les presentaron y, en un primer momento, fue una relación meramente profesional. Ella estudiaba fotografía de moda y publicidad y moverse en los mismos círculos que él le auguró un futuro en su equipo de trabajo.
Poco después comenzó el covid. A ellos la crisis sanitaria les pilló en México, en medio de un tour con paradas en Miami, Cuba, República Dominicana, Canadá y Chile. «Hoy hemos aterrizado en Ciudad de México, la idea era coger un vuelo de vuelta a casa, pero ese vuelo, no va a salir», explicaba Pucho. Ante las dificultades para regresar a España, acabaron confinándose juntos en un pueblo cerca del mar. La chispa surgió mientras estaban realizando el documental Vuelve a casa donde narraban las aventuras y trabas que se encontraron en el camino para volver a Madrid.
«Con él quise hacer un experimento. Me fui con la idea de retratar a un C. Tangana mucho más cercano, y crear una especie de documental diario de su vida. Quería alejarme de ese personaje que se va de fiesta y mostrar su parte humana: cómo es dentro del estudio, dónde le gusta pasear, qué come...», explicó en una entrevista concedida a Harper’s Bazaar.De eso han pasado ya dos años en los que la joven se ha consagrado como fotógrafa de moda y publicidad. Y no es para menos porque creció rodeada de imágenes, en la agencia de publicidad donde trabajaba su padre y donde pasó gran parte de su infancia. Fue en ese momento cuando decidió que el mundo visual se convertiría en la herramienta esencial para mostrar cómo veía el mundo.
«La fotografía me parecía casi magia. Veía el esbozo de una maqueta que terminaba en la existencia de un cartel impreso en la calle. Luego decidí empezar yo. Era adolescente y me gustaba tomarles fotos a mis amigos en distintos lugares de mi ciudad. De esas fotos salieron exposiciones y el deseo definitivo de estudiar foto, así que me fui a la capital porque en el sur no existía algo parecido», explica en su página web.
Por ahora, ha podido demostrarlo con el proyecto Helados, en el que retrató de forma artesanal helados gigantescos que veía por la calle. Explica, además, todo lo que hay detrás de ello y es que, cuando sus padres se separaron, se trasladó junto a su madre y su hermano a una comuna al sur de Chile. Su madre trabajaba todos los días, a excepción de los sábados.
«Después de ver a los abuelos, casi siempre la acompañábamos a hacer los trámites pendientes y a comprar algunas cosas para comer en la semana. Ahí nos dejaba elegir una cassata de helado, cada uno elegía su sabor favorito», recoge en su perfil de Instagram. «A pesar de que debió ser una época triste, yo la sentía perfecta. El momento de comer helado los tres en la cama significa familia. Ahora que cada uno vive en países distintos, el helado me lleva de alguna forma a esa época».
Como al principio no tenía dinero para una cámara digital, comenzó a retratar en analógico. «Luego me fascinó tanto, que ya no podía hacer editoriales de moda en digital. No eran editoriales convencionales: mi estrategia era configurar escenarios cinematográficos con personajes poco comunes, en vez de centrarme en la marca». Eso la llevó a publicar en revistas como Nylon, ID y Vice; y también a trabajar en uno de los estudios de fotografía más importantes de Latinoamérica, creando campañas para marcas como Nike, Levi`s y Pepsi. Entre las retratadas, Úrsula Corberó, Nieves Álvarez, Greta Fernández o Morat.
Más tarde también empezó a fotografiar a distintos músicos de discográficas como Universal UK y de Chile o Sony España y EE.UU. Ahora hace «editoriales en analógico con amigos, trabajo con músicos, videos para RRSS, estudio nuevas técnicas y disciplinas que hacen que la fotografía sea un objeto único e imparto clases de fotografía de moda y cianotipia en escuelas de arte». Uno de sus proyectos fijos es fotografiar las campañas de promoción de la firma de moda de su novio, Late chekout.
Aun así parece que lo suyo podría terminar pronto. Profesionalmente, únicamente claro porque la artista ha reconocido que no le gusta que su relación sea pública. «Me gusta tener una relación sagrada». A partir de ahora han decidido no trabajar más juntos para que no les afecte absolutamente nada lo externo.
No sería la primera vez que el cantante prefiere mantener al margen sus relaciones personales. Siempre fue muy reservado con Rosalía, con quien estuvo entre 2016 y 2018 y con quien colaboró en Llámame más tarde y Antes de morirme. Nunca declaró su amor en público ni a ella ni a Berta Vázquez, con quien estuvo tan solo unos meses.