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29 de marzo de 2024

Model Emma Heming and actor Bruce Willis attending the 8th Annual Exploring The Arts Gala benefit on Monday, Sept. 29, 2014, in New York.

Bruce Willis conoció a su actual mujer, Emma Heming, en 2007 gracias a sus entrenadores personalesGTRES

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Las siete mujeres que cuidan de Bruce Willis en su momento más delicado

El actor se encuentra acompañado tanto por su mujer actual como por su exmujer, Demi Moore, y sus cinco hijas

Bruce Willis anunció ayer que se retiraba temporalmente de la interpretación. A sus 67 años, el actor ha sido diagnosticado de afasia, un trastorno causado por lesiones en las partes del cerebro que controlan el lenguaje, dificultando la lectura, la escritura y el habla. Tras más de cuatro décadas posicionando películas entre las más vistas de todo el mundo, el estadounidense está perdiendo sus capacidades cognitivas.
De hecho, ni siquiera ha sido él mismo el que ha confirmado la noticia, sino su familia. Su hija mayor, Rumer Willis comunicaba a primera hora de la tarde ayer en su cuenta de Instagram la fatal noticia acompañada de una fotografía de su padre sonriente. «A los increíbles seguidores de Bruce, como familia, queríamos compartir que nuestro amado Bruce ha estado experimentando algunos problemas de salud y recientemente ha sido diagnosticado con afasia, lo que está afectando sus habilidades cognitivas», explican.
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Ante la decisión de decir adiós al mundo de la interpretación tras más de 60 proyectos cinematográficos, no está solo. Tras de sí están las siete mujeres de su vida que han querido firmar en conjunto el comunicado publicado.
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La primera en aparecer no es otra que su actual mujer, Emma, a la que conoció gracias a su entrenador personal. La modelo británica de lencería comenzó a formar parte de su vida 2007, cuando ya era tenía una consagrada y avalada profesión, tras haber desfilado para Victoria’s Secret así como para casas de lujo como Chanel o Valentino.
Se casaron dos años después en casa que el actor posee en la isla del Caribe Turcas y Caicos en una ceremonia a la que también asistió Demi Moore y Ashton Kutcher. Juntos tienen dos hijas, Mabel Ray y Evelyn Penn, de 10 y 7 años respectivamente. Junto ellas celebraron su décimo aniversario con una nueva boda.
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«Hemos tenido una buena cantidad de altibajos. Pero él es mi persona», declaró ella en una ocasión. «No hay nadie con quien me gustaría lidiar con esta locura que se llama matrimonio que con él. Él es mi familia, me dio la familia (y más) con la que soñé y lo amo hasta la médula». La modelo no duda en demostrar en sus redes que sigue estando igual de enamorada de su marido que el primer día que le conoció. Emma se bajó de las pasarelas poco después, pero no se alejó del mundo de la moda, al que sigue vinculada gracias a su marca de bolsos y calzado, así como su empresa de cosmética vegana.
Desde siempre, ha mantenido una fantástica relación con Demi Moore, a quien conoció en la primera de la película Procedimiento ilegal, protagonizada por Richard Dreyfuss, Emilio Estévez y Madeleine Stowe. Entones él ya era una estrella de cine y ella estaba a punto de ver su carrera despegar con Ghost, más allá del amor.
Demi Moore –que en 1984 se divorció de su primer marido, Freddy Moore– y Bruce Willis son un claro ejemplo del amor a primera vista. En numerosas ocasiones contaron que, tras cruzar miradas por primera vez, se quedaron prendados uno del otro, a tal punto que la actriz terminó su compromiso con Emilio Estévez para iniciar un romance con Willis. De esta forma, se convirtieron en el matrimonio más sólido de la industria, por lo menos en la época de los 90's.
Cuatro meses después pasaban por el altar en una íntima ceremonia en Las Vegas y tan solo un año después de conocerse dieron la bienvenida a su hija, Rumer. Desde entonces, comenzó una espiral autodestructiva de su matrimonio protagonizada por continuas idas y venidas, que hizo resquebrajar su relación de forma definitiva en el año 2000.
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Hay quien dice que la ruptura definitiva se dinamitó con las opiniones de Bruce Willis sobre las mujeres vertidas en la prensa: «Ninguna mujer va a satisfacer el impulso natural del hombre para procrear, procrear, procrear. Nos esforzamos, pero somos animales. Solo somos burros que caminan hacia el abrevadero para comer, y queremos follarnos todo precisamente por esa inclinación».
Mientras tanto, tuvieron dos hijas más, Scout y Tallulah. Las jóvenes se criaron en un entorno de abundancia, excesos y sobreexposición en los medios desde antes de nacer. La mayor, Rumer, hizo acopio de todas sus fuerzas, superó ese asedio constante en la prensa y decidió dedicarse a la interpretación.
Tanto ella como sus hermanas se han visto involucradas desde jóvenes en problemas con la justicia y el alcohol. Scout, por ejemplo, fue arrestada por la policía y condenada a hacer servicios comunitarios por haber utilizado un documento de identidad falso cuando era menor para comprar alcohol. Tras superar sus adicciones, decidió estudiar artes literarias, consiguiendo la licenciatura en 2013. Es, tal vez, la menos mediática de las tres, pero al igual que Rumer, ha participado en distintas películas asociadas a sus padres, como La letra escarlata cuando solo tenía 4 años o El desayuno de los campeones, donde compartió escena con Willis.
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A quien más le afectó la fama y el divorcio de sus padres fue a Tallulah. La joven, que nació en 1994, también cayó pronto en los excesos. En el programa de Jada Pinkett Smith al que fue invitada junto a su madre, se refirió a una de las situaciones más dolorosas a las que se ha enfrentado: «Estábamos de vacaciones en familia. Tomé champagne, fue muy dulce. Y cuando tenía 15 años, casi me muero por una intoxicación por alcohol». También explicó que comenzó a consumir con más frecuencia porque «las cosas eran demasiado dolorosas».
La joven también sufrió desórdenes alimenticios: «No me valoraba a mí misma, ni a mi vida, ni a mi cuerpo, y constantemente me castigaba por no ser suficiente», explicó Tallulah. En 2014, anunció que padecía dismorfia corporal, un trastorno que le hacía sentirse acomplejada con su aspecto físico: «Cuando tenía 13 años leía todas esas revistas que decían que yo era fea. Elegí creer en los desconocidos en lugar de creer en las personas que me querían por una sencilla razón: ¿Por qué los que me querían iban a ser honestos?». Esto la llevó a lucir prendas con las que los demás se fijaran en su cuerpo y no en su cara. Más tarde, cambió de estrategia y optó por no mostrar nada. «Cuando me vestí toda tapada, mostrando solo el antebrazo, fue cuando me sentí guapa de verdad», explicó.
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Por suerte, y al igual que sus hermanas, consiguió salir victoriosa de todas sus adicciones y, como ellas, comparten en redes sociales formas de no caer en sus errores y excesos, centrándose especialmente en sus hermanas pequeñas y demostrando que, a pesar de las contrariedades ocasiones con el paso de los años, los ocho son una familia unida.
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