
Los Duques de Cambridge en la catedral de San Pablo.
Lección de estilo de Catalina de Cambridge en la misa del Jubileo de Isabel II
El Príncipe Carlos presidió el acto en ausencia de la Reina que se sintió indispuesta
El pasado 1 de junio dieron comienzo unos días de fiesta repletos de celebraciones con motivo del Jubileo de Platino de la Reina Isabel II. El pistoletazo de salida a este 70 aniversario de la monarca al frente de la Corona británica se dio con el tradicional Trooping the Colour, un acto oficial que supuso la reaparición de la soberana y que, además, permitió ver a Meghan Markle junto a los Windsor en el interior del Palacio de Buckingham.
Este viernes, tras las emociones vividas durante este primer día, se ha inaugurado una nueva jornada festiva con uno de los eventos más esperados del Jubileo, la misa de Acción de Gracias que ha tenido lugar en la catedral de San Pablo, uno de los templos religiosos predilectos de la Familia Real británica. Y es que, aunque en un primer momento se creía que en este acto se iban a dar cita todos los miembros de la familia, sin excepción, hace tan solo unas horas se confirmaban las bajas del príncipe Andrés por su positivo en Covid, y también la de la propia monarca, que, aquejada por algunos problemas de salud, habría decidido ausentarse de esta cita de reunificación familiar.
No obstante, este servicio religioso sí ha regalado la primera imagen oficial del príncipe Harry y Meghan Markle junto al resto de la familia desde que ambos se desligaron de la Casa Real en enero de 2020. Un acontecimiento histórico por el que la expectación ha estado garantizada.
Horas antes del inicio de la ceremonia, se han dejado ver por el lugar los primeros invitados que han ocupado los bancos de la tan conocida catedral, entre los que se encontraban los entonces primeros ministros, Tony Blair, Theresa May o David Cameros, que han acudido al acto con sus respectivas parejas. Acto seguido ha hecho su entrada en el tempo el líder del Gobierno, Boris Johnson, junto a su mujer, Carrie.Minutos antes de las 11:00 horas, los británicos que se agolpaban a las puertas del lugar enloquecían con la llegada de los Windsor. Tras la entrada de los duques de Gloucester, los hijos de la princesa Margarita los príncipes Michael de Kent y el duque de Kent y su familia, llegaron la princesa Ana y su marido, Sir Tim Laurence, seguidos de Eduardo, Sophie de Wessex y sus hijos, Lord James y Lady Louise.
Después, realizaron su entrada Eugenia y Beatriz de York, que, acompañadas de sus respectivas parejas, precedieron la llegada de los aclamados, aunque también criticados duques de Sussex. Así, mientras parte de los británicos los recibía con vítores y aplausos, otros tantos optaban por abuchearles en señal de rechazo por todo lo ocurrido en los últimos años.
Al poco de empezar la ceremonia, hicieron su aparición estelar los duques de Cambridge, el príncipe Carlos y Camila Parker. Por cuestiones de protocolo estos fueron los últimos en entrar, ya que, tal y como recogen varios medios de comunicación, las entradas a la iglesia se hicieron en función de sus posiciones en la línea de sucesión.

Catalina de Cambridge.
Lo cierto es que Kate y Meghan se han decantado por looks totalmente diferentes, ya que mientras la duquesa de Cambridge optaba por un vestido de falda midi, escote redondo y manga larga en color amarillo, un tocado de tipo platillo a tono, unos salones de Gianvito Rossi y una cartera de mano a juego con el look, Meghan Markle se decantaba por un vestido blanco de corte abrigo con cinturón, que combinó con unos zapatos y un sombrero de ala ancha del mismo color.
El príncipe Carlos ha sido el encargado de presidir la misa de Acción de Gracias que conmemora los 70 años en el trono de su madre, Isabel II, en la cual se han dado cita un total de 2.000 invitados. En la ceremonia han predominado las menciones a la Reina Isabel, a quien se ha referido el arzobispo de York con unas halagadoras palabras pronunciadas durante su homilía: «La Reina todavía está al mando. Con su perseverancia, a través de tiempos de cambio y desafío, alegría y tristeza, continúa ofreciéndose al servicio de nuestro país y la Commonwealth» ha asegurado.
Al término de la ceremonia, todos los invitados han ido saliendo de la catedral para acudir a un almuerzo presidido por la Familia Real británica y organizado por el alcalde de Londres y la corporación municipal en el emblemático edificio de Guildhall.