La princesa Kasia Al Thani, en un evento de moda en París
El cóctel explosivo que ingirió la exprincesa de Qatar antes de morir
La forense halló varias botellas de vodka y blísteres de antidepresivos en el baño del domicilio de Kasia Gallanio, en Marbella
La repentina muerte de la exprincesa de Qatar Kasia Galliano, en Marbella, sigue envuelta en misterio. Las primeras hipótesis apuntaban a que la tercera esposa del príncipe Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, tío del actual emir de Qatar, falleció por una sobredosis de drogas. Diez días después de que hallaran su cuerpo sin vida en su apartamento de Puerto Banús, aún se desconoce la causa de la muerte. La autopsia preliminar reveló que sufrió una parada cardiorrespiratoria, pero se concluyó que se requerían más estudios.
LOC ha accedido al informe ocular del levantamiento del cadáver, realizado por una forense del Instituto de Medicina Legal de Málaga. La responsable del caso encontró varias botellas de vodka vacías en el baño y varios blísteres de antidepresivos. Detallan también el hallazgo de «sangre y restos» en la escalera de la vivienda y en las plantas, así como moratones en el cuerpo de la fallecida.
La teoría de que se quitó la vida cobró más fuerza después de conocerse que Kasia le envió un mensaje y un vídeo a su empleada del hogar Teodora Poma para enseñarle las bolsas de ropa y bolsos de marca que había preparado para regalarle. La asistenta interpretó este mensaje como un gesto de despedida antes de que su empleadora se suicidara. Junto al cuerpo sin vida de Kasia se encontraba su perro, un pomerania, que ha sido devuelto a sus hijas.
Kasia y su exmarido se enzarzaron en una amarga batalla legal por la custodia de sus tres hijas, con acusaciones de abusos sexuales de una de ellas hacia el padre, cuando tenía solo 9 años. La Fiscalía de París abrió una investigación por agresión sexual a cargo de la policía de protección de menores. Sin embargo, el príncipe que disfruta de inmunidad diplomática, desmintió los hechos.
Las gemelas Malak y Yasmin, de 17 años, vivían entre Marbella y París desde 2020, después de que se trasladaran a Málaga para vivir con su madre. La pequeña, Reem, de 15 años, residía permanentemente con su padre en Francia. Una separación que Kasia nunca asimiló. «Ella recibe muchas cosas materiales de su padre, pero todo es un chantaje. Es muy triste porque echo de menos a mi hija», relató en una entrevista en Womens World Show un mes antes de su muerte.
En su cuenta de Instagram, en uno de sus últimos mensajes se puede leer: «Mis queridas. Nunca olvidéis que os quiero mucho».
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