Joaquín y Marie de Dinamarca junto a Nicolás, Félix, Henrik y Atenea
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Atenea de Dinamarca, la más perjudicada por la pérdida de títulos reales
A diferencia de sus hermanos, perderá el título de condesa de Monpezat si contrae matrimonio
La decisión de Margarita de Dinamarca de despojar de títulos reales a cuatro de sus nietos está dando la vuelta al mundo. Tanto Joaquín de Dinamarca, hijo de la Reina, como su mujer, Marie, ha manifestado su total oposición a que se lleve a cabo, sobre todo, porque la benjamina de la familia, Atenea podría salir bastante peor parada que sus hermanos Nicolás, de 23 años, Félix, de 20, y Henrik, de 13.
A finales de septiembre, la soberana danesa informó que todos ellos únicamente podrían usar la dignidad de condes y condesa de Monpezat, que la monarca les concedió en abril de 2018. Perderían, por tanto, el título de príncipe y princesa que hasta ahora tenían.
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Atenea, además, a diferencia de sus hermanos, podría perder también este segundo título si se casa. «Su Majestad la Reina ha decidido que Su Alteza Real el Príncipe Heredero y Su Alteza Real el Príncipe Joaquín recibirán el título de Conde de Monpezat. Su Alteza Real la Princesa Mary y la futura esposa de Su Alteza Real el Príncipe Joaquín, la señorita Marie Cavallier, en consecuencia llevan el título de Condesa de Monpezat», reconocen.
«El título también lo ostentan los descendientes nacidos en matrimonio legal, de acuerdo con las reglas generales aplicables, es decir, el título de Conde de Monpezat lo transmiten los descendientes varones, mientras que las descendientes femeninas llevan el título de Condesa de Monpezat. Este es un nuevo título adicional que se puede usar junto con los existentes».
Como recuerda Bille-Bladet, si Atenea de Dinamarca contrae matrimonio perdería su título de Condesa de Monpezat porque lo obtiene como hija de un conde. Si Atenea de Dinamarca contrajera matrimonio con un royal o aristócrata titulado obtendría la misma dignidad como consorte, lo que ha ocurrido con su madre, Marie de Dinamarca, y con su tía, Mary de Dinamarca.
Conviene apuntar, por tanto, que existe un desequilibrio debido a la transmisión masculina de la dignidad nobiliaria. En Dinamarca, una condesa es la hija soltera de un conde, por lo que, de cambiar su estatus civil, también cambiaría este tratamiento. No sucedería así con el caso de los varones. De contraer matrimonio, sus mujeres se convertirían de forma inmediata en condesas y ellos no tendrían que renunciar a su estatus.
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