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19 de abril de 2024

Boyer

Laura Boyer, su padre Miguel Boyer e Isabel Preysler

Los dos objetos de la herencia de Miguel Boyer que enfrentaron a su hija Laura con Isabel Preysler

La entrevista póstuma de Laura Boyer en la que carga contra la socialité ha devuelto a la actualidad el enfrentamiento entre las familias

Este sábado 4 de marzo, el periódico ABC publicaba una esquela en memoria de Laura Boyer. No se mencionaba a su hermana Ana, hija del superministro e Isabel Preysler. «Sus hijos, Gonzalo, Hugo, Amós y Antonio; su hermano, Miguel Boyer Arnedo; Luis Imedio Serrano, Antonio González Armas, junto a sus primos, tíos y demás familia», se puede leer.
Este gesto subraya, una vez más, el desencuentro que ha existido entre las dos familias. Ni siquiera la muerte de Laura Boyer el pasado 23 de febrero, a los 57 años, ha servido para calmar las aguas. De hecho, ocurrió más bien lo contrario, después de que la revista Semana publicase una entrevista póstuma con la fallecida. Laura solo puso una condición sobre la mesa con la publicación: «No quiero dar pena».
A Laura Boyer le dolió mucho ver a su padre abandonar el hogar familiar y a su madre, la ginecóloga Elena Arnedo, para correr tras los pasos de Isabel Preysler. Después de la boda de la socialité y el político, en enero de 1988, su padre ya solo quedaba con ella y su hermano Miguel, de vez en cuando, en un restaurante. «Él mismo se excusaba diciendo que el corazón tiene razones que la razón no entiende», explica en la entrevista.
Isabel Preysler y Ana Boyer

Isabel Preysler y Ana BoyerGTRES

A Laura Boyer le impactó más la noticia de que iba a tener una hermanita que la de la propia boda. Ana Boyer nació en 1989 y apenas hubo relación entre ellas. «Le regalaba juguetes, pero les hacía poco caso. Su madre le comía el coco».
La relación con Isabel Preysler nunca mejoró y la muerte de Miguel Boyer, en 2014, empeoró las cosas. «He tenido relación con Isabel, pero con muchísima hipocresía». Lo cierto es que no tenía un buen concepto sobre ella: «Es una persona hiperposesiva». Cuando tocó el reparto de la herencia del ministro de Economía de Felipe González todo se complicó. «Renuncié a ella, solo me pedían dinero. Entre el gasto de llevármelo y los gastos médicos que me reclamaban, decidí ir a un notario y firmar la renuncia», explicaba.
Laura Boyer también se pronuncia sobre el enfrentamiento con Isabel a raíz de un busto que «pesaba más de lo que valía» y unas guías de Madrid. Afirma que esos fueron los únicos objetos que la socialité quiso cederle, mientras que solo le reclamaban dinero por los años en que su padre estuvo enfermo tras sufrir el ictus. Ella rechazó las dos cosas. Se desconoce quién se quedó finalmente con este busto de un antepasado labrado por Mariano Benlliure, que tenía gran valor para la familia. Miguel Boyer dejó también en legado una biblioteca de unos 6.000 volúmenes. Se dice que los mejores se los quedó en usufructo su viuda.
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