Los cinco alimentos prohibidos en la dieta de Isabel Preysler

A Isabel Preysler se le puede atribuir el mérito de mantenerse en la primera línea informativa durante medio siglo. Anfitriona perfecta de fiestas, reina del photocall, imagen de marca y en definitiva, una máquina de facturar asociada siempre a la elegancia y saber estar.

A sus 72 años, ha hecho de su imagen su valor más cotizado. Su rostro perfectamente esculpido y su silueta, fina y esbelta, la han aupado como una de las mujeres más admiradas. Hace unos años se publicó que se aplicaba una crema de 10 euros y las existencias se agotaron al instante. ¿Cuánto cuesta parecerse a Isabel Preysler? No es tan barato, pero en cuanto a su alimentación sí sigue una serie de pautas interesantes.

En su dieta son imprescindibles los cereales integrales, como el arroz o la quinoa, combinados con verdura, algas marinas y soja. En cualquier momento del día bebe batidos verdes detox, con brócoli o pimiento, col rizada, espinacas y mezclados con manzana verde.

Isabel Preysler también es aficionada al cuchareo. Tamara Falcó publicó un libro recientemente titulado Las recetas de casa de mi madre donde se detallan hábitos de cocina y la predilección de su madre por las lentejas. Suelen servirse los lunes y a su expareja Mario Vargas Llosa le gustaban acompañadas de dos huevos y chorizo.

Su vicio es el chocolate negro. Un capricho que al tomarlo sin leche y azúcares añadidos lo convierte en más saludable. Cada noche toma una onza de chocolate negro de una pureza superior al 70%, que aporta antioxidantes. «Lleva una tableta en el bolso. Fuimos de vacaciones a Maldivas y se llevó seis», declaró Tamara Falcó.

En la lista de alimentos prohibidos en la dieta de Isabel figuran en primer lugar las carnes rojas. Como excepción, sí le gusta darse un homenaje los viernes con una sesión de cine en casa, acompañada de hamburguesas y perritos. También renuncia a los productos lácteos. Detesta las especias picantes y no toma refrescos azucarados.

En su despensa no hay cabida para el azúcar blanco. Para suplirlo, se emplea el sirope de agave o la stevia, edulcorantes naturales que se utilizan en su cocina.