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05 de mayo de 2024

Imanol Pradales, en su juventud

Imanol Pradales, en su juventud@imanol_pradales

Gente

Imanol Pradales, el alumno de Urkullu que creció entre ikurriñas sin tener apellidos vascos

El relevo del nacionalismo vasco se alza vencedor de las elecciones tras una campaña protagonizada por su ataque con gas pimienta

«Estuve ciego diez minutos», declaró Imanol Pradales tras sufrir una agresión con espray de pimienta después de participar en un mitin en Barakaldo y cuando se dirigía a la sede de EiTB para intervenir en el debate electoral junto al resto de candidatos a lendakari.
De todos ellos, él ha sido el único que ha vivido un percance personal durante la campaña electoral. Aunque parece que la lucha le ha merecido la pena tras alzarse con la victoria en los comicios vascos. Muchos incluso apuntaron a que, tras la agresión, la campaña del PNV dio un giro radical que le ha llevado hacia una nueva victoria.
El hasta ahora diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de Vizcaya toma de esta forma el relevo a Íñigo Urkullu, quien encadenaba tres legislaturas al frente del Gobierno Vasco. En su figura, defienden, se aúna la experiencia política necesaria para liderar y la juventud que también necesita el partido para dar un impulso tras unas elecciones locales de mayo en las que, aunque el PNV se situó como la fuerza más votada, perdió concejales.

Alumno de Urkullu

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología y profesor de la Universidad de Deusto en excedencia, es el mayor de cuatro hermanos y creció en el seno de una familia trabajadora en el barrio de Mamariga, en Santurce. De sus padres heredó la ideología nacionalista, convirtiéndose en su juventud en un activista a favor del euskera.
Estudió primaria, secundaria y bachillerato en la Asti Leku Ikastola de Portugalete, un centro privado-concertado. Curiosamente, allí tuvo de profesor a Iñigo Urkullu. De allí logró pasar a la Universidad de Deusto, cuya matrícula logró pagar gracias a la indemnización que cobró su abuelo por resultar herido en el bombardeo de Otxandio durante la Guerra Civil.
Imanol Pradales (c), junto al exlendakari Iñigo Urkullu (d), y al presidente del PNV, Andoni Ortuzar

Imanol Pradales (c), junto al exlendakari Iñigo Urkullu (d) y el presidente del PNV, Andoni OrtuzarEFE

Entre ikurriñas y euskera

Su madre, Rosi, había estudiado peluquería, pero aparcó su vocación para hacerse cargo de sus cuatro hijos, según explica una vecina de la familia. El padre, Manu, había estudiado Maestría Industrial, y se juntó con dos amigos para montar un pequeño taller. Sin embargo, lo perdieron en la crisis de los años setenta. Tal como ha relatado esta mujer, «durante la primera mitad de los 80, la familia las pasó canutas» y durante años «el padre estuvo más tiempo en el paro que trabajando». En 1985 encontró trabajo en un almacén en Vitoria-Gasteiz. Según su narración, gracias a aquel empleo y al esfuerzo de Rosi pudo salir la familia adelante.
Afiliados los dos al PNV el mismo día de 1976, Imanol creció rodeado de ikurriñas y celebraciones del Alderdi Eguna (Día del Nacionalismo Vasco) en las campas de Salburua, recalando en EGI desde muy joven. Sorprende, además, teniendo en cuenta que el árbol genealógico de Pradales está repleto de apellidos castellanos: Imanol Pradales Gil Bascones Gutiérrez Sebastián Calvo Pérez Díaz Moreno Ortega Aguilar Arias Álvarez Ontoria Martínez Aguazo; todos ellos de pequeñas localidades de Burgos, Valladolid y Cantabria.
Imanol Pradales, en su juventud

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La cuadrilla de La Sotera

Desde su partido lo perfilan además como un hombre de origen humilde y trabajador, que ha prosperado gracias al esfuerzo, el sacrificio y el talento; lecciones que aplicó a la vida diaria y que aprendió de su pasión por la práctica de remo. Desde la edad de cadete, remó en La sotera, club del que sigue siendo socio, y con el que llegó a bogar en la Bandera de la Concha en 1995. Gracias a él, además, conoció a su esposa, con la que tiene una hija, y a su cuadrilla de amigos.
Las regatas siguen ocupando parte de su tiempo de ocio, y se escapa como espectador a todas las competiciones que puede. Junto con el remo, su otra gran pasión es la literatura. Reconoce que su casa está «colonizada» por los libros, especialmente las novelas de misterio e históricas y los ensayos. La música también le acompaña en su día a día y se ha mostrado abiertamente seguidor de Benito Lertxundi, Fito, Xabier Lete, Hertzainak, Bruce Springsteen o Dire Straits.
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