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La misteriosa fortuna de Raphael: 60 años de carrera, pero solo una casa en propiedad
El cantante de 81 años, que se recupera en casa de su hospitalización, posee un patrimonio invisible
Sesenta álbumes, 326 discos de oro, 49 de platino y uno de los cuatro únicos discos de uranio conseguidos por 50 millones de copias vendidas. La cifras que avalan a Raphael a lo largo de sus seis décadas de carrera son un auténtico sueño para cualquier cantante. Y más, cuando gracias a ellas y a su impecable legado en la cultura universal musical, ha sido investido doctor honoris causa por la Universidad de Jaén.
El rector de dicha institución, Nicolás Ruiz, destacó durante la ceremonia su inigualable talento y dedicación. Algo que el intérprete agradeció visiblemente emocionado antes de reconocer que, para él, «cantar es, en muchos sentidos, actuar, ponerse en la piel del otro, vivir de lo que se canta y arrastrar al oyente a ese mismo viaje». Además, explicaba que su gran aliada a lo largo de todos estos años de carrera ha sido su voz «permitiéndome explorar los límites y mejorar constantemente».
A sus 81 años, la jubilación del cantante parece estar todavía bastante lejos... si es que llega, porque, en principio, no quiere ni mencionarla. «No me canso de lo que hago, porque lo del cansancio es relativo. Si tú estás haciendo lo que te gusta, te cansas menos», explicaba hace un tiempo en una entrevista.
Lo cierto es que el intérprete de Linares ha presentado hace apenas un mes un nuevo álbum: Ayer... aún. Su nuevo proyecto cargado de emoción y tributo a la canción francesa rinde homenaje a lo largo de 13 temas a grandes artistas como Gilbert Bécaud, Charles Aznavour, Jacques Brel o Édith Piaf. De hecho, se une a ella gracias a la tecnología en una grabación histórica del mítico Je ne regrette rien.
Con todo, sería lógico pensar que el patrimonio de Raphael después de innumerables éxitos es cuanto menos abultado. Sin embargo, su fortuna, a día de hoy, sigue siendo un misterio. Tal y como avanzaba Vanitatis y, al contrario, de otros coetáneos suyos como Julio Iglesias, Raphael no ha dedicado el dinero conseguido en la música a realizar inversiones inmobiliarias.
En la actualidad, de hecho, es administrador único y accionista mayoritario de una sola empresa en el Registro Mercantil que se dedica a las artes escénicas: The Boy on Stage S.L. Constituida en 2007 y con sede en Boadilla del Monte, se dedica a la compra, venta y explotación de locales destinados a la exhibición cinematográfica, teatral y de variedades. Tiene dos empleados a su cargo y posee, según Infobae, de un activo de 4 millones de euros, la mayor parte en liquidez.
En una lujosa y privada urbanización de la misma localidad en la que tiene sede la empresa, vive el intérprete junto a su mujer, Natalia Figueroa, en una propiedad de más de 2.400 metros cuadrados que no figura a su nombre, sino al de ella. Es conocido como un hogar luminoso y familiar donde el cantante suele citar a los periodistas para hacer entrevistas. No es la única casa que tiene en su haber Natalia Figueroa. También consta como propietaria de un piso en el madrileño barrio de Salamanca, que heredó de los marqueses de Santo Floro en Sigüenza y que se mantiene en alquiler.
La única vivienda que aparece a nombre del cantante es su casa de Ibiza, donde la familia al completo suele pasar el verano, que está ubicada en la localidad de Sant Josep de Sa Talaia. Gracias a la adquisición de este inmueble de 320 metros cuadrados, dos pisos y una piscina, el cantante fue nombrado josepí de honor por parte de la localidad ibicenca.