Eligieron este elegante restaurante del barrio de Salamanca para su encuentro
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El restaurante italiano favorito de la Reina Sofía, la Infanta Cristina y Miguel Urdangarin en Madrid
Un lugar frecuentado por figuras de renombre como Michelle Obama y Mario Vargas Llosa
A pocos días del comienzo de la Semana Santa, varios miembros de la familia real española han disfrutado de un almuerzo familiar en un ambiente relajado fuera del Palacio de la Zarzuela. Según informa Vanitatis, la Reina Sofía, junto a su hija, la Infanta Cristina, y su nieto, Miguel Urdangarin, eligieron el elegante restaurante Numa Pompilio de Madrid para su encuentro.
Llegaron alrededor de las dos de la tarde y se sentaron en una mesa visible para los demás clientes. La comida duró aproximadamente una hora y media, y, según varios testigos, la conversación se llevó a cabo en inglés. Un momento cercano y distendido, en el que, lejos de la atención mediática, no pidieron trato especial, según aseguran fuentes cercanas. El citado medio destaca que fue doña Sofía quien organizó esta reunión.
No pudieron haber elegido un lugar mejor para su encuentro. Hablamos de un restaurante que combina a la perfección la elegancia, el estilo y la gastronomía de calidad. Situado en el exclusivo barrio de Salamanca, en la Calle Velázquez 18, este establecimiento forma parte del reconocido Grupo Paraguas, dirigido por los famosos Sandro Silva y Marta Seco.
Con una decoración que mezcla frescos de pintura, madera, espejos y plantas que crean una atmósfera acogedora y elegante, el local evoca la esencia de los grandes restaurantes burgueses europeos. Dicen que su espectacular terraza, rodeada de vegetación, es un lugar ideal para disfrutar de una comida tranquila y de calidad. Todo está diseñado para ofrecer una experiencia única, llena de lujo y romanticismo, lo que lo convierte en el espacio perfecto para una cita discreta y especial, sin duda, un lugar que encaja perfectamente con la ocasión.
La comida fue todo un festín, con una selección de platos que dejaban claro por qué este lugar es tan popular. De acuerdo con el medio citado, el menú fue una verdadera celebración de la cocina italiana: pasta como plato principal, con opciones como tagliatelle con alcachofas, panzerotti rellenos de pera con salsa de queso gorgonzola y nueces, y un clásico rigatoni con salsa amatriciana. Las verduras a la parrilla, perfectas para acompañar, no pasaron desapercibidas.
De aperitivo, tomaron el vitello tonnato
Para abrir el apetito, un vitello tonnato que, como buen entrante italiano, combinaba carne de ternera con una cremosa salsa de atún. El toque final, sin duda, fue el famoso tiramisú de Nonna Rosa, un postre que en sus redes sociales describen como «el más irónico de la casa». Y es que, con su receta sencilla pero deliciosa —berenjenas frescas, salsa de tomate casera y una capa generosa de Parmigiano—.Claro que, como todo en este lugar, el precio es tan exclusivo como su oferta culinaria: nada en la carta cuesta menos de 16 euros, excepto el aperitivo (pan y parmesano) que, por 3,5 euros, es solo el comienzo de una experiencia gastronómica de lujo.
La Infanta Cristina, quien ha llevado una vida tranquila en Ginebra tras años de controversias mediáticas, podría estar aprovechando su visita a Madrid para disfrutar de las tradicionales procesiones de Semana Santa o para pasar tiempo con algunos de sus familiares, entre ellos, su hermano el Rey Felipe VI, con quien ha logrado mejorar su relación en los últimos años. Además, no sería sorprendente que su paso por España incluyera una parada en Barcelona, donde estaría supervisando las obras de la vivienda que adquirió en el exclusivo barrio de Les Corts. Este elegante y prestigioso vecindario fue el hogar de la infanta y su exesposo, Iñaki Urdangarin, durante los primeros años de su matrimonio. Ahora, esa propiedad marca una nueva etapa en su vida, ya que mantiene el vínculo con su pasado en el mismo edificio donde vivieron antes de mudarse a su chalet de Pedralbes.
De postre tomaron el tiramisú de Nonna Rosa
Por su parte, Miguel Urdangarin, a los 22 años, sigue dando de qué hablar no solo por su carrera, sino también por su relación con la joven venezolana Olympia Beracasa, conocida en el círculo público tras acompañar a Miguel en varios eventos deportivos. La pareja se conoció en el International School of Geneva, y su relación ha sido cada vez más visible, especialmente cuando Olympia acompañó a Miguel a los partidos de balonmano de su hermano Pablo. Tras sufrir un accidente de esquí en Suiza el año pasado, se mudó a Zarzuela para recuperarse y pasar un tiempo sabático cerca de su familia. Graduado en Biología Marina por la Universidad de Southampton, actualmente trabaja en el Centro Nacional de Oceanografía.