Flora Pérez es el pilar emocional del gigante coruñés del textil
Gente
Flora Pérez, la madre de Marta Ortega convertida en pieza fundamental del universo Inditex
Además de formar parte del Consejo de Administración de la empresa, preside la Fundación Amancio Ortega
El Día de la Madre es una fecha ideal para rendir homenaje a las mujeres que, desde el silencio y la discreción, sostienen grandes imperios. Es el caso de Flora Pérez, madre de Marta Ortega, quien no sólo es la esposa de Amancio Ortega, fundador de Inditex, sino también una figura clave en el funcionamiento y éxito de este gigante mundial de la moda. A través de su rol como consejera de la compañía y su trabajo en la sombra, Flora ha conseguido ser una pieza fundamental en el engranaje de una de las empresas más poderosas del planeta, sin perder su esencia de mujer reservada y de bajo perfil.
Nacida en 1954 en Melide (A Coruña), Flora creció en una familia humilde, con siete hermanos, y pronto se trasladó con los suyos al barrio de Los Castros, en la capital coruñesa. Como tantas otras mujeres gallegas de su generación, comenzó a trabajar joven. Lo hizo en el sector textil, primero como dependienta, y más tarde en Zara, donde conocería a Amancio Ortega, por entonces aún casado con Rosalía Mera.
Su historia con Ortega, que se remonta a 1983, está marcada por la discreción y también por episodios delicados. Cuando en 1984 nació su hija Marta, Ortega todavía no se había divorciado. Fue la hermana del empresario, Josefa Ortega, quien medió para que Flora y la niña fueran enviadas a Vigo, en un intento de mantener la cohesión familiar. Sin embargo, la relación siguió adelante, y tras el divorcio del fundador de Inditex en 1986, Flora se integró progresivamente en su vida personal... y empresarial.
A lo largo de los años, Flora ha construido un poder callado, pero real. Se incorporó en 2005 al Consejo de Administración de Inditex como representante de Pontegadea, la sociedad patrimonial de Ortega. En 2024, su posición se consolidó aún más cuando fue nombrada oficialmente consejera dominical, una figura que representa a los grandes accionistas y participa activamente en la toma de decisiones estratégicas.
Su influencia, sin embargo, no se limita al papel institucional. Flora preside la Fundación Amancio Ortega, un actor clave en la filantropía española, y ha colocado a personas de su máxima confianza en puestos clave del grupo: sus hermanos Jorge y Óscar Pérez Marcote son directores generales de Zara y Massimo Dutti, respectivamente. Además, ha sido señalada por algunos analistas y periodistas como una de las personas decisivas en el complejo relevo al frente de Inditex.
Amancio Ortega y Flora Pérez, en una imagen de archivo
Pero más allá de los nombramientos, su figura ha sido señalada como determinante en uno de los momentos más sensibles de la historia reciente del grupo: el relevo al frente de Inditex. Según relata el periodista Jesús Rodríguez en su libro De Zara al cielo, las relaciones entre Pablo Isla –hasta entonces el hombre fuerte del grupo–, Flora y Marta Ortega se fueron deteriorando con el tiempo.
Isla, pese a su éxito, trató de influir en áreas clave como el diseño y la producción, lo que no fue bien recibido en el núcleo familiar. En 2022, tras más de 15 años en la cúpula, abandonaba la compañía. Poco después, Marta tomaba oficialmente las riendas como presidenta no ejecutiva. Para muchos, este cambio no puede entenderse sin la participación estratégica, aunque nunca pública, de Flora Pérez.
Este peso creciente en la toma de decisiones convive con su habitual bajo perfil. Lejos de los focos y las portadas, Flora ha cultivado una imagen alineada con los valores fundacionales de Zara: sobriedad, elegancia funcional y discreción. Su estilo ha llamado la atención por su sofisticación sin ostentación, e incluso ha servido de inspiración tácita para muchas colecciones de la marca. Es célebre, por ejemplo, la imagen de la boda de Marta Ortega con Carlos Torreta en 2018, celebrada en A Coruña, donde Flora deslumbró con un vestido de Zara, que hoy podría pasar perfectamente por una prenda de diseñador. Su elección no fue casual: apostó por la firma que representa a su familia
Hoy, Flora reside con Amancio Ortega en La Coruña, aunque se desplaza con frecuencia a Madrid para estar cerca de su hija y sus nietos. Más allá de su rol institucional, ha sido un pilar emocional en la vida del empresario y una figura esencial en la formación y proyección de Marta Ortega como heredera natural del imperio. No concede entrevistas ni aparece en grandes eventos, pero su influencia se deja notar en cada decisión que moldea el presente y el futuro de Inditex.