Las joyas favoritas de la Reina Letizia y Máxima de Holanda se exhiben por primera vez en Madrid

Las joyas favoritas de la Reina Letizia y de Máxima de los Países Bajos se exponen estos días en Madrid. La Embajada de Argentina, situada en la calle Fernando el Santo, ha sido el escenario elegido para presentar la nueva colección de la diseñadora argentina Lisi Fracchia, una creadora que se ha consolidado como una referencia en la joyería contemporánea y que acumula presencia en actos institucionales y alfombras rojas de medio mundo.

Formada como Diseñadora de joyas y Perito en gemas entre Buenos Aires y Europa, Fracchia ha desarrollado un lenguaje propio que combina técnicas tradicionales con una estética actual. Sus piezas nacen de los lugares donde ha vivido y de los viajes que han marcado su vida. Durante la presentación resumió su filosofía de forma clara: «Siempre llevamos un pedacito de hogar con nosotros. Cada joya es un puente entre lo que fuimos y lo que somos». Esa idea se refleja en diseños elaborados con materiales nobles y gemas seleccionadas con precisión.

Su firma alcanzó una nueva visibilidad en 2018, cuando Doña Letizia lució por primera vez unos pendientes de la diseñadora en un compromiso oficial. Se trataba de la pieza Spalerite Dream, realizada en oro amarillo mate de 18 quilates y engastada con esfaleritas españolas, tsavoritas verdes y ópalos. La Reina volvió a utilizarlos meses después durante un viaje a Nueva Orleans. El modelo sigue disponible bajo pedido y continúa fabricándose de forma artesanal.

En 2024 su nombre volvió a los titulares internacionales gracias a Máxima de los Países Bajos, que incorporó a su estilismo un brazalete de Fracchia durante una visita a Estados Unidos. El diseño reproduce el mapa completo de Argentina, está realizado en plata bañada en oro y requirió más de dos meses de trabajo. Su precio es de 1.240 euros. La creadora no supo que la Reina lo había elegido hasta que las redes sociales lo difundieron. «Me enteré por la prensa de que Letizia y Máxima llevaban mis joyas, me etiquetó una blogger de Londres y ahí me enteré que se había hecho viral en TikTok y Twitter», recuerda.

Su vínculo con España comenzó en 2005, cuando se trasladó desde Argentina, donde había trabajado como directora de un colegio bilingüe. Por entonces, según admite, le interesaban más los zapatos que las joyas. Sin embargo, ya instalada en Madrid decidió formarse en el Instituto Gemológico Español, del que hoy forma parte de la junta directiva. Con el tiempo, sus creaciones han llegado a museos, galas de premios y eventos internacionales. Ella misma lo resume así: «Puedo decir con orgullo que tanto las casas reales, como los Oscar, como los Latin Grammy lucen mis creaciones».

La relación con la Familia Real española también incluye encargos para la Reina Sofía. «Me pidieron piezas para su cumpleaños, porque son diseñadas especialmente para ella». Y confirma que la Princesa Leonor también posee algunas de sus joyas, un detalle que la emocionó especialmente: «Es un sueño que todavía no me lo creo». En España cuenta además con una embajadora de marca, Ana Igartiburu, que ha incorporado varias de sus piezas a sus estilismos habituales.

La colección que presenta en Madrid reúne diseños inspirados en más de setenta países, un homenaje a los lugares que han marcado su vida y a la experiencia de trabajar lejos de sus raíces. Para Fracchia, mostrar su trabajo en la Embajada argentina tiene un significado especial: es el punto de encuentro entre el país donde nació y la ciudad donde ha construido su carrera.