El restaurante que enamoró a Ed Sheeran durante su paso por Madrid

La capital española no solo canta, también se come. Y Ed Sheeran lo ha entendido a la perfección. El artista británico, uno de los músicos más influyentes de su generación, no solo llenó dos veces el estadio Metropolitano este fin de semana —140.000 personas entre viernes y sábado—, sino que también se entregó a los placeres de una ciudad que sabe conquistar por el estómago. Su paso por Madrid no fue solo una cita con los escenarios, sino también con las barras, los fogones y las calles que huelen a historia y fritura recién hecha.

En un vídeo que él mismo publicó en Instagram, se ve al cantante más allá de la estrella global. Aparece comiendo, cocinando, paseando, riéndose, bebiendo una cerveza doble, friendo churros y disfrutando de esa mezcla única de tradición y vanguardia que define a Madrid. «Vine a Madrid por los conciertos y me quedé por las vibras», escribió.

Uno de los momentos más comentados de su estancia fue su visita a StreetXO, el restaurante del chef Dabiz Muñoz, ubicado en El Corte Inglés de Serrano, 47. Allí, Sheeran se dejó seducir por la creatividad radical de uno de los cocineros más transgresores del panorama gastronómico español. En la imagen que compartió en redes, se le ve sentado en la barra —uno de los sellos del local— disfrutando de un sashimi de pez limón con aliño de maracuyá y ají mirasol, mojo de hierbas andinas, aceite de pimentón y shichimi japonés.

Un plato de 22 euros. También se animó a probar uno de los best sellers del menú: el Brioche Pedroche, una creación cremosa y caliente «con especias que revientan en la boca», según describe la propia carta. El plato, compuesto por tres unidades y valorado en 6 euros, es un homenaje directo a Cristina Pedroche, pareja del chef y habitual en la narrativa del restaurante. Ella misma le escribió al cantante en Instagram: «Después de comer ahí tendrás aún más energía»

Pero no todo fue cocina de autor. La estrella también se calzó el delantal en la Churrería Madrid 1883, ubicada en Espíritu Santo, 8, en pleno Malasaña. Allí aprendió a preparar los míticos churros madrileños, un clásico. El local, regentado hoy por Mario Mendoza Manzano y su hermana, lleva más de 140 años sirviendo churros crujientes por fuera y tiernos por dentro, como dictan las reglas del arte churrero. Sheeran no solo los probó: los hizo, los sirvió y los compartió. Esta churrería es mucho más que un local histórico: es un símbolo del barrio Maravillas, como se llamaba antiguamente Malasaña. Cuatro generaciones de churreros han pasado por su barra, y ahora, un astro del pop internacional ha formado parte de esa historia por un día.

El paseo continuó con una ruta más informal pero no menos simbólica. El músico fue visto por la Plaza del Dos de Mayo, y visitó el mítico bar Tupperware, donde la decoración psicodélica y el ambiente alternativo hacen juego con la historia contracultural del barrio. También pasó por un Irish pub —cómo no— donde besó un cartel en la fachada, dejando claro que su espíritu sigue muy unido a sus raíces. Y por supuesto, bebió una doble y probó el café de barrio, todo documentado en sus redes.

En sus conciertos, fiel a su estilo sin artificios, apareció con una camiseta negra con la palabra «Madrid» en letras coloridas, el típico souvenir que podría llevarse cualquier turista… pero que, en él, se convierte en gesto de cercanía. Aplauso unánime.

Nacido en Halifax, Inglaterra, en 1991, Ed Sheeran es mucho más que un cantante pop. Es compositor, guitarrista, productor y narrador de emociones en forma de canción. Alcanzó la fama internacional con su álbum + (2011) y desde entonces ha encadenado éxitos como Thinking Out Loud, Perfect o Shape of You, una de las canciones más escuchadas de la historia en Spotify. Su estilo mezcla el folk con el pop y el R&B, siempre con una autenticidad que le ha ganado el respeto tanto de la industria como de millones de fans.