Fundado en 1910
Former politician Rodrigo Rato during funeral of Juan Miguel Villar Mir in Madrid on Thursday, 26 September 2024.

Former politician Rodrigo Rato during funeral of Juan Miguel Villar Mir in Madrid on Thursday, 26 September 2024.J.I.Viseras

La extraña boda de la hija de Rodrigo Rato

La familia se ha esforzado en blindar la ceremonia para que no trasciendan fotografías

En un fin de semana marcado por enlaces de alto voltaje mediático —donde influencers, herederos y celebridades coparon titulares y redes sociales—, hubo una ceremonia que transcurrió en silencio: la boda de María de los Ángeles Rato Alarcó, conocida como Gela, primogénita del exministro de Economía y expresidente de Bankia Rodrigo Rato, con Íñigo Lambarri, su pareja de toda la vida y, a estas alturas, su misterio más cuidadosamente guardado.

La celebración reunió a unos 200 invitados en la finca familiar de Carabaña, al sureste de Madrid. Sin imágenes, sin cobertura pública, sin protagonismos. Solo misa, familia y un pacto tácito con la discreción. En esta ocasión, fue el propio exvicepresidente quien, a sus 76 años, ejerció como padrino de su hija, acompañándola al altar.

Licenciada en Derecho y ADE por el prestigioso CUNEF —cantera natural de altos ejecutivos y banqueros en España—, ha forjado una carrera sólida en el sector financiero y tecnológico. Desde Londres, donde trabaja como responsable de desarrollo de negocio en Wayra (el hub de innovación de Telefónica), ha cultivado una trayectoria profesional alejada del foco mediático.

Finca de Carabaña

Finca de Carabaña

En 2024, la propia empresa celebró públicamente su graduación en un MBA, título de posgrado internacionalmente reconocido en liderazgo y estrategia. La publicación en LinkedIn incluía una fotografía en la que, por primera vez en mucho tiempo, podía intuirse su rostro. Un gesto inusual en alguien que ha hecho de la privacidad digital una convicción. Su perfil, sin imagen ni detalles personales, confirma esa voluntad de invisibilidad. Habla inglés con fluidez bilingüe y posee conocimientos avanzados de francés.

En 2013, tras finalizar sus estudios, se trasladó a Camboya para colaborar durante nueve meses en el centro para personas con discapacidad que dirige su tío, el sacerdote y misionero jesuita Enrique Figaredo, en la ciudad de Battambang. Una experiencia de marcado perfil humanitario que añade una dimensión menos visible —pero profundamente significativa— a su recorrido vital.

Desde entonces, su exposición pública ha sido prácticamente nula. Su perfil de Facebook, abierto hace años, apenas conserva una única imagen: una instantánea de aquella etapa en Camboya. Ninguna otra actualización, ningún gesto digital desde entonces. En tiempos de exhibicionismo constante, su silencio en redes no es casual, sino parte de una coherente y deliberada elección de invisibilidad.

Y luego está él: Íñigo Lambarri, el esposo. Su biografía pública es prácticamente inexistente. No hay información profesional, ni presencia en redes, ni huellas digitales más allá de su nombre y su vínculo prolongado con la familia Rato.

comentarios
tracking