La confesión de Morata sobre su ruptura con Alice Campello: «No podía arriesgarme a otra depresión»

En el documental Morata: No sabéis quién soy, Álvaro Morata, delantero de la selección española y del Atlético de Madrid, se quita la máscara pública del deportista exitoso para mostrar su lado más humano: el de un hombre que ha luchado contra la depresión, los ataques de pánico y el peso de las expectativas. Sus confesiones han sacudido al mundo del fútbol y han puesto sobre la mesa un tema cada vez más urgente: la salud mental en el deporte de élite.

Morata relata cómo llegó a tocar fondo en pleno auge de su carrera. A pesar de jugar en los mejores equipos de Europa, de ser internacional con España y de tener una familia aparentemente feliz, el delantero confiesa que hubo momentos en los que ni siquiera podía calzarse las botas. El punto de quiebre llegó con los insultos y amenazas tras sus actuaciones con la selección, particularmente después de fallar un penalti decisivo. «Pensé en dejar la selección», admite, abrumado por el acoso constante en redes sociales.

«¿Compensa que a cada sitio por donde vaya en España con mi familia tenga episodios desagradables y que la gente te vacile, te insulte y se ría de ti? No sé si me compensa tanto ¿Compensa seguir viniendo a la selección para que en los estadios en los que juegas con la camiseta de la sección te insulten y te piten? No compensa», reconoce.

Ante toda esta presión, el futbolista lo tiene claro y asegura que «Alice es el sitio seguro que encuentro en cada una de mis oscuridades». Es ella la que sabe alentar a su marido y permite que continúe firme cuando todo su alrededor empieza a tambalearse. «Lo único que puedes hacer es apoyar, estar, abrazar y que la persona sienta que estás ahí, que no le juzgas», explica ella, que también ha sido entrevistada para el documental.

Fue ella quien primero notó que algo iba mal. En el documental, Morata cuenta cómo Alice lo convenció para acudir a un psiquiatra. «No podía seguir fingiendo que estaba bien», confiesa. Gracias a esa intervención y al tratamiento con una especialista, comenzó un lento proceso de recuperación. «Es duro ir a un estadio y que haya mucha gente que te insulta o ir por la calle y que te insulten o decir a los niños cosas (…) Me decía que solo con tocar la pelota le entraba la ansiedad. Ya había pasado por eso y le llevé a la psiquiatra que me ayudó».

La pareja anunció su separación el pasado 12 de agosto de 2024. La noticia sorprendía a sus seguidores, que en redes sociales solo veían signos de la felicidad que había acompañado al matrimonio tras ocho años de relación y cuatro hijos en común. Siempre aseguraron que no hubo terceras personas en ningún momento y que la ruptura respondía a un desgaste de la relación.

Así mismo lo explica Campello en el propio documental, cuyas declaraciones tampoco han pasado desapercibidas por su dureza. «Me costaba levantarme de la cama, sentía dolor, mi cuerpo no lo sentía igual, enfermaba mucho más antes. Sentía que tenía absolutamente todo para ser feliz. Encima te sientes peor porque teniéndolo todo, te sientes así», apunta entre lágrimas.

«No estaba feliz conmigo misma y él no estaba feliz consigo mismo. ¿Cómo vas a estar bien junto a alguien si no puedes dar lo mejor de ti? Solo puedes dar cosas negativas, es normal que cualquier persona choque, no es sano. No siento que ha habido una crisis de falta de amor, sino simplemente dos personas que no estaban bien», explicaba ella.

Por su parte, Morata confesó que la decisión sobre su separación durante cinco meses tuvo que ver con sus problemas de salud mental: «No podía poner en riesgo otra vez el coger otra depresión».