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El patio interior del Palacio de Las Dueñas, que vio nacer a Antonio Machado

El patio interior del Palacio de Las Dueñas, que vio nacer a Antonio Machado

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El Palacio de Las Dueñas, el legado de la Casa de Alba en Sevilla que reunirá a los grandes líderes mundiales

La capital hispalense se convertirá en epicentro del mundo con motivo de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU

Medio centenar de países se reunirán entre el 30 de junio y el 3 de julio en Sevilla con motivo de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU. Los jefes de Estado y primeras autoridades de cada uno de ellos se reunirán en un evento organizado con la máxima discreción y seguridad. De hecho, los trabajadores del Palacio de Exposiciones y Congresos (Fibes) donde se llevarán a cabo las reuniones llevan una semana teletrabajando para poder preparar las instalaciones.

No faltarán tampoco dos cenas de gala. La primera, el día 29 en el Real Alcázar. Con el Rey Felipe VI como anfitrión, acogerá a alrededor de 500 invitados en dos lugares claves del recinto: el Patio de la Montería o el Salón de los Tapices. La segunda, al día siguiente, en el histórico Palacio de Las Dueñas. «Será el mayor evento desde la celebración de la Exposición Universal de 1992», ha señalado el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz.

El legado de la Casa de Alba en ciudad hispalense destaca por su importancia arquitectónica y artística. Es, al fin y al cabo, uno de los mejores ejemplos de la aristocracia nobiliaria en Sevilla y lugar de nacimiento de Antonio Machado. Una placa recuerda cómo fue en él donde el poeta conoció «la luz, el huerto claro, la fuente y el limonero». «Es esta luz de Sevilla... Es el palacio donde nací, con su rumor de fuente», escribiría él poco después en Nuevas canciones, en 1924. Sin embargo, la historia del mismo se retrotrae muchos antes de 1875, año en el que nació el artista.

Su origen se remonta a los siglo XVI y XVI y toma su nombre del desaparecido monasterio de Santa María de Las Dueñas, ubicado en un solar colindante. Fue la casa-palacio de los Pineda, señores de Casa Bermeja, que constituían uno de los linajes del patriciado de Sevilla. Posteriormente el Palacio fue heredado por don Fernando Enríquez de Ribera, II marqués de Villanueva del Río y padre de Antonia Enríquez de Ribera, casada en 1612 con Fernando Álvarez de Toledo, futuro VI duque de Alba. Desde esta fecha el palacio pertenece a la Casa de Alba y forma parte del enorme patrimonio artístico de la familia.

Está abierto al público por iniciativa del XIX Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, con el objetivo de dar a conocer «la gran labor de mecenazgo artístico y conservación que viene realizando Casa de Alba desde hace siglos y compartir con todos los visitantes los magníficos patios, jardines e interiores de Las Dueñas». Gracias a ello se ha convertido en uno de los monumentos más visitados de la ciudad.

Salón de la Gitana, una de las estancias del Palacio de las Dueñas

Salón de la Gitana, una de las estancias del Palacio de las Dueñas

De estilo gótico mudéjar con toques sevillanos como azulejos, enrejados, patios y un magnífico jardín con suelo cubierto de albero, presenció la visita de personajes tan Ilustres como la Emperatriz Eugenia de Montijo, el político e hispanista inglés, Lord Holland, Eduardo VIII y su hermano Jorge VI, Alfonso XIII, Jacqueline Kennedy, Wallis Simpson, Grace Kelly y su marido Rainiero de Mónaco, entre otros. Además, es el lugar en el que Cayetana de Alba se casó con Alfonso Díez cuando tenía 85 años y en el que tristemente falleció tan solo unos años después.

Con una colección completa de pintura, escultura, tapices y mobiliario, la Casa Palacio también atesora muchos recuerdos familiares, pues sigue siendo habitada. La configuración actual de sus piezas se ha mantenido fiel a su distribución real antes de la apertura, haciendo del Palacio un lugar único y diferente para visitar. Uno de los lugares más destacados de la propiedad son los jardines, que fusionan estilos renacentistas e islámicos, con una colección diversa de especies vegetales y arreglos florales de todo el mundo.

Respecto a los interiores, destacan el Salón de la Gitana, que toma el nombre de la escultura de bronce que preside la habitación obra del artista valenciano Mariano Benlliure; la Sala de los Carteles, donde se podrán ver preciosos carteles de la Feria y Semana Santa de hace más de un siglo; la Sala del Tablao, donde la duquesa practicaba flamenco con su maestro Enrique el Cojo; y la capilla, donde hasta hace bien poco se celebraba misa cada domingo. Esta es una zona de especial interés artístico por contar con piezas como 'Santa Catalina Entre Santos', un Neri di Bicci del siglo XV.

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