Arancha de Benito, víctima de una estafa que condiciona su verano: «Lo dejo en manos de los abogados»

La gira mundial de Coldplay es un fenómeno de masas: entradas agotadas en minutos, recintos llenos y espectáculos visuales que hacen historia. Pero en las últimas semanas, el grupo británico ha acaparado titulares por motivos ajenos a su música. Dos episodios muy distintos —una denuncia por un presunto fraude en la compra de entradas y un escándalo en plena kiss cam— han situado sus conciertos en el centro de la conversación pública.

La presentadora Arancha de Benito, exmujer del exfutbolista José María Gutiérrez «Guti» y madre de dos de dos hijos, denunció en redes sociales que había perdido alrededor de 6.000 euros tras confiar en una supuesta intermediaria para conseguir quince entradas para el concierto que la banda ofrecerá el 22 de agosto en Londres. El viaje, organizado para familiares y amigos, incluía vuelos y hotel ya pagados. «Quería compartir con vosotros la rabia, la indignación, el cabreo y la impotencia que me ha creado una situación que estamos viviendo», contaba en un vídeo publicado en Instagram.

Según su relato, la operación parecía segura: había una factura y todo estaba confirmado. Sin embargo, al conocer el caso de unos amigos que sufrieron un problema similar en un concierto de AC/DC, decidió verificar las entradas con la empresa organizadora. La respuesta fue demoledora: tanto los tickets como la factura eran falsos y el canal de venta no era oficial.

En una intervención en TardeAR, De Benito explicó que la vendedora «se ofreció voluntariamente a conseguirme entradas» y que no imaginó que formaba parte de una trama que habría engañado también a más de una decena de personas en otro evento. Ahora estudia acciones legales y advierte: «No compréis nunca fuera de los canales oficiales. Es un hecho bastante grave».

Casos como este no son aislados. Los conciertos con alta demanda son un imán para redes de reventa fraudulenta. Documentos falsificados, precios por encima del valor original y un trato que aparenta seriedad son algunas de las tácticas más comunes.

La polémica de la 'kiss cam'

Mientras la denuncia de Arantxa sigue su curso, Coldplay se enfrenta a otro foco mediático: la polémica de su kiss cam. Lo que en principio es un momento ligero del espectáculo —las cámaras enfocan a parejas para que se besen—, en un concierto en Boston tuvo consecuencias inesperadas. En pantalla aparecieron Andy Byron, CEO de la empresa tecnológica Astronomer, y Kristin Cabot, su directora de Recursos Humanos. Ambos reaccionaron con incomodidad mientras Chris Martin bromeaba: «O bien tienen una aventura o son muy tímidos».

El vídeo se viralizó en redes, usuarios identificaron a los protagonistas y comenzaron las especulaciones sobre una posible relación extramatrimonial. La repercusión fue inmediata: en solo 72 horas, Byron y Cabot presentaron su renuncia a la compañía, abriendo un debate sobre los límites de la privacidad y el coste profesional de la exposición en eventos públicos.

Entre la denuncia por fraude y el escándalo de la kiss cam, los conciertos de Coldplay están generando tanta atención fuera del escenario como en él, recordando que, en la era digital, cualquier momento —planeado o no— puede convertirse en noticia mundial.