La alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, y el arquitecto David Chipperfield, en As Xubias
Las estrellas internacionales que sí viven en Galicia
Del arquitecto David Chipperfield al actor Martin Sheen, repasamos los vínculos de personalidades extranjeras con
El runrún sobre Richard Gere y una supuesta mansión en Oleiros parecía demasiado jugoso como para no llenar titulares. La revista Semana llegó a publicar que el actor y su esposa Alejandra Silva habían adquirido por 10 millones de euros un espectacular chalé frente a la playa de Santa Cristina, a escasos kilómetros de La Coruña. El relato sonaba perfecto, pero no tardó en desmontarse. Los propietarios del inmueble, la familia Cervigón, desmintieron tajantemente la venta. No había trato, no había escritura.
Lo cierto es que, aunque el protagonista de Pretty Woman no haya comprado casa en Oleiros, Galicia sigue siendo el destino favorito de artistas internacionales que sí han decidido dejar huella en sus aldeas y playas. Y no es extraño: el paisaje verde que se funde con el Atlántico, la calma de sus pueblos, la hospitalidad de su gente y ese equilibrio perfecto entre discreción y belleza hacen que esta tierra sea, para muchos, un lugar donde vivir «de otra manera». Incluso después de los incendios que este último ha teñido de negro algunas de sus montañas, conserva intacto su magnetismo. La naturaleza se regenera, la vida vuelve y el encanto permanece, recordando a todos —famosos y anónimos— que es una tierra capaz de renacer una y otra vez.
El ejemplo más sólido es el de Julio Iglesias. El cantante no solo es un mito de la música latina, sino también un hijo devoto del norte. Su padre, el doctor Julio Iglesias Puga, nació en Ourense, y ese vínculo fue suficiente para que Julio buscara un refugio en la comarca de O Carballiño, concretamente en la aldea de Villarino, en el municipio de Piñor. Allí ha encontrado el sosiego que contrasta con los escenarios multitudinarios, un rincón íntimo donde reconciliar su vida de estrella mundial con las raíces familiares.
Julio Iglesias, con su padre
Otro que cayó rendido fue el arquitecto David Chipperfield, Premio Pritzker 2023. Después de años alquilando pequeños apartamentos, decidió construir en Corrubedo una vivienda minimalista, de líneas limpias y abiertas al mar, donde pasa largas temporadas con su familia. Para el arquitecto británico, acostumbrado al ruido de Londres y a los grandes encargos internacionales, el norte de España es un lugar donde no se siente turista, sino habitante de verdad: navegar, cocinar para los suyos y vivir sin etiquetas.
El actor Martin Sheen, cuyo nombre real es Ramón Antonio Gerardo Estévez, también regresó a las raíces. Su padre había emigrado desde Salceda de Caselas (Pontevedra), y el intérprete de Apocalypse Now celebró en esa misma aldea su 71 cumpleaños, orgulloso de pisar la finca donde había nacido su progenitor en 1898. En clave más contemporánea, el pianista James Rhodes, londinense de nacimiento pero gallego de adopción, ha hecho de Muros su refugio personal. Su «casiña», como él mismo la llama, es mucho más que una segunda residencia: es un espacio de comunidad. Habla gallego, se mezcla con los vecinos y comparte con entusiasmo que, para él, el norte no es un destino de vacaciones, sino una forma de vida.
Martin Sheen
Y junto a estos nombres internacionales, hay también figuras españolas con vocación global que han hecho de Galicia su bandera. Es el caso de Belinda Washington, actriz y presentadora muy popular en los años noventa gracias a programas como ¡Qué me dices! o series como Hermanos de leche. Ha convertido Rinlo, en la Mariña lucense, en su refugio personal y en su mejor escaparate. Desde allí presume de raíces, ejerce de embajadora improvisada de la zona y contagia a propios y extraños su pasión por el paisaje y la hospitalidad gallega.