Fernando Fitz James Stuart y Solís and Sofía Palazuelo, en el Mutua Madrid Open
El futuro duque de Alba cumple 35 años: de su puesto de trabajo lejos de palacio a su estilo
Fernando Fitz James-Stuart es un heredero que conjuga la herencia aristocrática con una proyección pública marcada por la discreción y el buen gusto
El papel de Fernando Fitz-James Stuart en la Casa de Alba ha sido objeto de creciente atención, no solo por la importancia de su linaje, sino también por la forma en que encarna una combinación de tradición, discreción y modernidad. Este 14 de septiembre, fecha en la que celebra su cumpleaños, el actual duque de Huéscar suma un año más de vida consolidando su posición como heredero natural de uno de los linajes más ilustres de Europa. Nieto mayor de Cayetana Fitz-James Stuart, la recordada duquesa de Alba, Fernando fue señalado por ella misma como el destinatario de una parte esencial del legado familiar: el Palacio de Dueñas. «Quiero que el palacio de Dueñas sea para Fernando. Él, que es tan sevillano como yo y que será jefe de esta casa un día, sabrá cuidarlo como nadie», declaró la duquesa, dejando claro el rol central que tendría su nieto en la continuidad patrimonial y simbólica de la Casa.
Nacido en Madrid en 1990, aunque bautizado en Sevilla, Fernando siempre ha mostrado un vínculo profundo con esta ciudad, a la que vuelve con frecuencia y donde mantiene a su círculo más cercano de amistades. La personalidad que se le atribuye es la de un hombre reservado, de voz grave y porte aristocrático. Sus amigos más íntimos, como Enrique Solís o Enrique Moreno de Cova, coinciden en señalar su discreción, su carácter formal y su inclinación por una vida privada lejos de excesos públicos. Esa actitud sobria recuerda, en muchos aspectos, a la de su padre, Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba, quien ha mantenido un perfil bajo frente a los medios.
El futuro jefe de la Casa de Alba ha recibido una educación cosmopolita y cuidada. Estudió en centros de prestigio como Santa María de los Rosales en Madrid, St. Martin’s Ampleforth en Inglaterra y más tarde Derecho y Negocios en la Universidad de Londres, completando su formación en Massachusetts. Esta trayectoria académica internacional refleja la doble misión que recae sobre él: honrar las tradiciones de la Casa de Alba y, al mismo tiempo, adaptarse a las exigencias del mundo contemporáneo. Trabaja en un puesto importante en el banco suizo Lombard Odier desde 2021, y además colabora con su padre en las empresas familiares de la Casa de Alba.
Sofia Palazuelo y Carlos Fitz James Duque de Alba
En el plano personal, Fernando ha consolidado junto a su esposa, Sofía Palazuelo, una imagen de pareja joven y elegante que refuerza la proyección pública de la familia. Casados en 2018 en el Palacio de Liria, los duques de Huéscar son padres de dos hijas y esperan un tercer hijo que se llamará Fernando.
Uno de los aspectos que más ha trascendido de Fernando Fitz-James en los últimos años ha sido su estilo personal. Reconocido por expertos internacionales en sastrería, el duque de Huéscar ha sido comparado con el propio Rey Felipe VI. Derek Guy, una de las voces más influyentes en el mundo de la moda masculina, lo describió como «el segundo miembro de la realeza vivo con más estilo (después del Rey de España)». Esta afirmación, difundida en redes sociales, captó la atención internacional, situando al duque de Huéscar en el mapa de la elegancia global.
El análisis de Guy detalla la precisión de sus trajes, la caída perfecta de las chaquetas, la elección de cuellos de camisa más altos que aportan un aire distintivo y la preferencia por pantalones ligeramente anchos, en contra de la moda ajustada predominante. Su coherencia estilística se manifiesta tanto en ocasiones formales, como el día de su boda, cuando vistió el uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, como en entornos más relajados, donde recurre a clásicos veraniegos como náuticos, polos o bañadores de corte tradicional.
La comparación con Felipe VI no es casual: ambos comparten un estilo que combina sobriedad, clasicismo y atención al detalle. Mientras el Rey ha sido señalado como referente indiscutible de la sastrería masculina europea, Fernando se ha posicionado como su heredero natural en esta materia, demostrando que la elegancia puede ser también una forma de proyectar autoridad y continuidad dinástica.
Fernando Fitz James Stuart y Solís, junto a su madre Matilde Solís, durante el día de su boda con Sofía Palazuelo
Con todo, Fernando Fitz-James Stuart representa hoy una figura clave en la Casa de Alba: un joven heredero que conjuga la herencia cultural y aristocrática de su familia con una proyección pública marcada por la discreción y el buen gusto. Su papel no se limita a custodiar palacios y títulos, sino también a encarnar, a través de su estilo y su actitud, la vigencia de un legado que ha sabido adaptarse al paso del tiempo sin perder su esencia.