Madrid
En 1561, Felipe II fijaba Madrid como capital permanente de España. No hay documentos oficiales que recojan la razón decisiva para ello, pero se estiman diversos motivos. Uno de los motivos para otorgarle la capitalidad a Madrid se asocia a la centralidad geográfica de la ciudad con respecto al resto de la península. En la villa se cruzaban los caminos que iban a ciudades importantes. Por otro lado, tenía agua abundante (tanto en pozos como en el río Manzanares), además en Madrid pudo empezar de cero, sin competencias o alguien que le llevase la contraria... Solo Felipe II supo las razones por las que Madrid sería la capital definitiva, a pesar de que su padre, Carlos I, le advirtiera: «Si quieres aumentar tus reinos, pon la Corte en Lisboa, si quieres conservarlos, déjala en Toledo, y si los quieres perder, trasládala a Madrid». Algo es seguro, Madrid no sería la misma si no se hubiese convertido en la capital de España.