Banderas de España y de la Cruz Roja
Picotazos de historia
Los problemas de la orden de Montesa con el símbolo de la Cruz Roja
En su carta, el caballero exponía que el símbolo de la orden –la cruz llana, roja, de brazos iguales sobre fondo blanco– había sido usurpado por la nueva institución y que en España jamás se había permitido que nadie usara este símbolo, privativo de la orden
En 1859 el filántropo suizo Henry Dunant (1828 – 1910) tuvo la desgracia de encontrarse en las cercanías de la población italiana de Solferino, donde tuvo lugar una sangrienta batalla el día 24 de junio. Horrorizado por el sufrimiento que presenció, plasmó sus impresiones en un libro –Recuerdo de Solferino– donde exponía lo que serían las bases de la futura Cruz Roja. En 1864 un recién creado comité internacional de la Cruz Roja, junto con el gobierno suizo, convocó una conferencia diplomática en la que doce estados firmarían el conocido como Primer Convenio de Ginebra.
El nuevo organismo adoptó como símbolo de su humanitaria actuación la cruz roja en fondo blanco. Si se fijan un poco se darán cuenta de que, en realidad, se trata de la bandera suiza con los colores invertidos. En España se constituyó la Cruz Roja Española por virtud de la Real Orden de 6 de julio de 1864, declarándola de utilidad pública y aprobándose sus estatutos en 1868.
La nueva institución humanitaria dependería del ministerio de la Guerra y su función se limitaría al cuidado de los heridos y enfermos en tiempo de guerra. A partir de 1876, perdido el ímpetu inicial, la Cruz Roja languideció y entró en una época de letargo. En 1890 se inició un periodo de reforma encabezado por el marques de Estella ( padre de Miguel Primo de Rivera) y con el apoyo de la Orden de Malta, que aprobaría extender la acción de la Cruz Roja a los casos de desgracias como: terremotos, inundaciones, incendio, accidentes, etc. Así toda calamidad pública sería su campo de actuación. El carácter oficial de esta nueva Cruz Roja fue reconocido por Real Orden de 10 de febrero de 1897, siendo aprobado su reglamento en 1899.
El 13 de marzo de 1897, después del reconocimiento oficial de la Cruz Roja Española, el ministro de la Guerra, general Azcárraga, recibió una carta de Don José Sanchiz , marqués de Casa Saltillo y clavero mayor de la orden de Montesa. En su carta, el caballero exponía que el símbolo de la orden –la cruz llana, roja, de brazos iguales sobre fondo blanco– había sido usurpado por la nueva institución y que en España jamás se había permitido que nadie usara este símbolo, privativo de la orden.
Fundación de la Orden de Montesa
Se creó una comisión para investigar el caso pero el problema era que España ya había firmado el Convenio de Ginebra en 1864, reconociendo internacionalmente el nuevo organismo así como el símbolo diseñado por Henry Dunant. Una ley superior internacional solo puede ser derogada con la aprobación de los países firmantes y, todo ello, después de largas conversaciones y negociaciones.
La orden de Montesa no tuvo más remedio que buscar una solución y la que encontró fue ingeniosa y razonable. La orden original de Montesa, creada en 1317, inicialmente tuvo, hasta 1400, como símbolo una cruz flordelisada –igual que las de las ordenes de Alcántara y Calatrava– pero de color negro. La cruz roja llana pasó a ser el símbolo cuando Montesa se fusionó con la orden de San Jorge de Alfama, que la usaba. Pues bien, los caballeros de Montesa aprobaron modificar la cruz de su orden superponiendo la cruz roja sobre la primitiva cruz flordelisada de Montesa. Siendo esta la cruz que utilizan los caballeros de Montesa hoy en día.
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