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30 de abril de 2024

Antonio Pérez, libertado de la cárcel de los Manifestados por el pueblo de Zaragoza

Antonio Pérez, libertado de la cárcel de los Manifestados por el pueblo de ZaragozaMuseo del Prado

Del conde don Julián a Fernando VII: los cinco mayores traidores de la historia de España

En una época en la que estamos acostumbrados a las mentiras de aquellos que nos dirigen, no está de más echar la vista al pasado porque «solo conociendo a los traidores del pasado, podremos identificar a los enemigos del presente»

«Solo conociendo a los traidores del pasado, podremos identificar a los enemigos del presente», escribe el abogado y periodista Jesús A. Rojo Pinilla en su obra Grandes traidores a España donde descubre al ciudadano de a pie las mayores traiciones que ha vivido el país. Y es que en una época en la que estamos muy acostumbrados a las mentiras de aquellos que nos dirigen, no está de más echar la vista al pasado y repasar la historia de algunos de los personajes más desleales.

Don Julián, el traidor por excelencia

Considerado uno de los peores villanos de la historia de España. A pesar de que su figura no está exenta de leyenda, fuentes tanto árabes como cristianas aseguran que el conde don Julián, gobernador de Ceuta y responsable de defender las ciudades que tenían en el Estrecho, habría facilitado la invasión musulmana de la Península Ibérica con su traición, esto significó «abrir las puertas de Hispania visigoda a las hordas mahometanas, lo que estuvo a punto de causar la destrucción de España como concepto cultural», valoró Rojo Pinilla en una entrevista.
El rey Don Rodrigo arengando a sus tropas en la batalla de Guadalete, obra de Bernardo Blanco

El rey Don Rodrigo arengando a sus tropas en la batalla de Guadalete, obra de Bernardo BlancoMuseo del Prado

Según recoge la tradición, su deslealtad al país tiene su origen porque un rey visigodo –en algunos relatos tiene el nombre de Witiza y en otros de Rodrigo– había violado a su hija Florinda, apodada «La Cava», quien vivía en la corte visigoda para recibir la educación adecuada para una mujer acorde con la posición de su padre. En el perfil sobre don Julián en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, la historiadora Margarita Vallejo Girvés explica que el conde «desistió en su resistencia a las tropas árabes», les «facilitó los barcos de los que aún disponía en Ceuta para defender el estrecho» y «se ofreció a darles información sobre la Península». De esta manera, el rencor de don Julián se transforma en una venganza que acaba en la traición de su país.

Antonio Pérez, la farsa por antonomasia

1567 fue un año clave en la vida de Antonio Pérez. En enero se casa con Juana de Coello con la que ya tenía un hijo. Meses más tarde –en julio para ser más precisos– Felipe II le concedió el título de secretario del Rey. El broche final llegaría en diciembre, cuando el Rey prudente –tal vez por la desconfianza que le transmitía Pérez– «dividió la hasta entonces única Secretaría de Estado, que se ocupaba de la política internacional, dando la parte del norte a un oficial llamado Gabriel de Zayas, y a Antonio Pérez los asuntos de Italia», recoge su perfil en el Diccionario Biográfico de la RAH.
Al asumir el cargo, Pérez recibió un aviso en el que se le recordaba que era su obligación no aceptar regalos, ni tener familiaridad con los negociantes, ni siquiera hacer propuestas de oficios en favor de parientes y amigos, y por supuesto, la diligencia en el trabajo. Sin embargo, por avaricia y prestigio personal, incumplió cada una de sus obligaciones.
Antonio Pérez (c.1570), por Alonso Sánchez Coello

Antonio Pérez (c.1570), por Alonso Sánchez Coello

Tras la muerte de su protector (el príncipe de Éboli) comenzó a asociarse con la viuda de este, pues le serviría para mejorar su relación con la aristocracia, además de ser una relación beneficiosa económicamente para ambos. Pérez reveló a la princesa Éboli secretos de Estado y mientras se agravaban las relaciones entre Madrid y Flandes, la pareja se dedicó a traficar con información gubernamental. Llegó a mentir al Rey diciendo que Juan de Austria quería invadir Inglaterra, proclamarse allí soberano y hacer la guerra a España. El acusado descubrió el engaño y envió a su secretario, Juan de Escobedo, a Madrid para revelar al Rey prudente las pruebas de la traición de Antonio Pérez. El miedo se apoderó del traidor y ordenó el asesinato de Escobedo.
Felipe II, al descubrir las verdaderas intenciones de su secretario de Estado, ordenó su arresto. Su juicio sería un quebradero de cabeza durante más de una década: generó una revuelta en Aragón, donde consiguió huir. Al huir a Francia, incitó a Enrique IV invadir Aragón y tras su exilio a Inglaterra provocó el saqueo de Cádiz tras proporcionar información confidencial para facilitar el ataque en 1596.

Pau Claris: secesión y corrupción

Pau Claris, es quien tiene la primogenitura de la traición por secesionismo tomando como origen la corrupción. Nacido en 1586, es miembro de una familia acomodada de Barcelona por parte materna, como hijo pequeño fue destinado a la carrera eclesiástica. Doctor en derecho civil y canónico, fue nombrado canónigo de la catedral de la Seu d'Urgell, donde la llegada del obispo Duran, de espíritu reformado e inspirado por el concilio de Trento, chocó con las últimas corruptelas eclesiásticas de la iglesia vieja que representaba Claris.
Pau Claris

Pau ClarisWikimedia Commons

Más avezado como representante del capítulo de Urgell en las Cortes Catalanas, en 1638 fue promovido al cargo de presidente de la Generalitat. Pau Claris se hizo un nombre contrariando las normativas modernizadoras del Conde Duque de Olivares, como representante de los privilegios de la oligarquía. La guerra con Francia convirtió a la región en zona de frontera, con sus contribuciones económicas y reclutadoras que supo dirigir el taimado presidente a la conspiración que llevó al asesinato del virrey marqués de Santa Coloma y a la revuelta campesina del Corpus de Sangre, que estableció una república que duró siete días. La recompensa del cardenal Richelieu, le llevó a la aceptación de la soberanía francesa del Rey Luis XIII. Tendrán que pasar doce años hasta que Juan José de Austria consiga liberar la ciudad de Barcelona, y los catalanes se incorporen a un sentimiento antifrancés que mantendrán en la Guerra de Sucesión y en conflictos posteriores.

Manuel Godoy: entregó España a los franceses

En el siglo XIX, el valimiento de Manuel Godoy, joven guardia de corps, que ascendió en poco tiempo a convertirse en el hombre de máxima confianza de los reyes le traerá la envidia y la desconfianza de gran parte de la corte agrupada en torno a la figura del Príncipe de Asturias, Fernando. Este último conseguirá organizar el Motín de Aranjuez, un levantamiento popular acontecido el 18 de marzo de 1808 en Aranjuez, que tendrá como consecuencia la destitución del propio Godoy, que estuvo a punto de ser linchado y la abdicación del Rey Carlos IV en su hijo Fernando VII. Sin embargo, la alianza que Godoy había establecido con la Francia napoleónica había permitido el cruce de sus tropas en dirección a Portugal.

Fernando VII, el Rey felón

Fernando VII autorizó al general Murat entrar en Madrid y tomar la custodia de sus padres, los soberanos depuestos, Carlos IV y su madre, la Reina María Luisa, quienes fueron enviados a Francia. Fernando VII tuvo que devolver los derechos a su padre, por presión de Napoleón, quien a su vez los entregó al francés, quien los sustituyó por su hermano José Bonaparte, dando origen a la ocupación directa de nuestro país a través de la instauración de un Estado satélite del imperio francés. El deseado volverá en 1814, convirtiéndose en el monarca con peor imagen de la historia de España, quien entregó España al francés, perdió América y redujo a la tercera potencia del mundo a un puesto insignificante del orden internacional.
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