José de Ribas por Johann Baptist von Lampi el Viejo, 1796. Museo del Hermitage
Picotazos de historia
Un español al servicio de Catalina II de Rusia
En 1771 fue presentado a la zarina. Catalina sintió agrado por el inteligente español y le hizo un delicado encargo: debía dar escolta y encargarse del cuidado del hijo de Catalina y Grigory Orlov en su viaje a su internado en Leipzig
José Pascual Domingo de Ribas y Boyons (1749 – 1800) nació en Nápoles donde estaba destinado su padre, a cargo del Ministerio de Fuerzas Navales y Armadas del reino de Nápoles. El pequeño José fue educado en un entorno ilustrado en el que despuntó por poseer una viva inteligencia. A los dieciséis años de edad se le concedió el empleo de teniente de la Guardia Napolitana. Entonces ya hablaba español, italiano, latín, inglés, francés y alemán.
En 1769 conoció en la ciudad de Livorno al almirante Alexei Orlov, hermano del favorito de Catalina II de Rusia y almirante de su flota en el Mediterráneo. Orlov apreció las cualidades del joven y le ofreció un empleo como ayudante suyo. La mayoría de las biografías sobre Ribas afirman que fue enviado a la Academia Imperial de cadetes, en realidad estuvo muy ocupado destruyendo la flota turca en la batalla de Chesma (1770) en la que estuvo al mando de cuatro brulotes, y llevando a cabo varias labores diplomáticas y como mensajero personal del almirante Orlov.
Batalla de Chesma en la noche del 25 al 26 de junio de 1770, obra de Ivan Aicazovsky
Es en esta última función cuando llegó a San Petersburgo, en 1771, y fue presentado a la zarina. A Catalina le agradó el inteligente español y le hizo un delicado encargo: debía dar escolta y encargarse del cuidado del hijo de Catalina y Grigory Orlov en su viaje a su internado en Leipzig. El joven, a quien se le había dado el nombre de Alexei Bobrinsky, se hizo muy amigo de José. Esta amistad duraría toda la vida.
En 1774 fue aceptado en el ejercito ruso con el grado de capitán y participa en la guerra ruso-turca de 1768 – 1774, estando presente en varias batallas. Destinado en el Estado Mayor del almirante Alexei Orlov colaboró en el apresamiento de la estafadora que se hacía llamar Princesa Tarakanova (de la que ya les hablé en otro artículo). En 1776 fue ascendido a comandante casándose con la hija de uno de los ministros de Catalina II. La zarina sería la madrina de las dos hijas que tuvo en su matrimonio.
Voluntario para las operaciones en el sur, participó en la anexión de Crimea y llamó la atención del nuevo favorito Grigory Potemkin. Ascendió a coronel en 1785 y a brigadier en 1787. En 1788 captura a los turcos la isla fortificada de Berezan, en la actual Ucrania, ascendiendo al generalato al año siguiente. En 1790 diseñó un plan para la captura de la ciudad de Izmail, a las orillas del Danubio.
El plan fue un éxito que consolidó su fortuna pero que le costaría la vida a su hermano Manuel, quien fallecería a consecuencias de las heridas recibidas en la toma de la ciudad. En 1792 fue ascendido a contraalmirante y el favorito de la zarina –ahora Príncipe Potemkin– aprobó un proyecto de Ribas: la creación de una ciudad y puerto en la estratégica zona de Godzhibey, lo que hoy es la ciudad de Odesa.
La construcción de la nueva ciudad se inició en verano de 1793 y en 1795 oficialmente fue bautizada con el nombre actual. Ribas fue nombrado gobernador del puerto y de la ciudad y ascendido a vicealmirante. Cuando murió Catalina II el 6 de noviembre de 1796, su heredero Pablo relevó de su mando y funciones al español, pero le nombró comisario militar jefe de Suministros e Intendencia. Una de las principales acciones de José Ribas en el desempeñó de este cargo fue la política de repoblación forestal que organizó –algo pionero en su época– con vistas a tener reservas para el suministro de la armada.
La calle Deribásivska en una tarjeta postal de principios del siglo xx
José Ribas cayó inesperadamente enfermo, falleciendo el 2 de diciembre del año 1800 a las cinco de la mañana. En el momento de morir era ministro de Montes y Mar y almirante en jefe del almirantazgo ruso. Además de las esculturas, calles y avenidas que honran su memoria en varias poblaciones de Ucrania y Rusia, existe un pueblo en la península de Jersón llamado Deribasovka. Su tumba la pueden encontrar en el cementerio luterano de Esmolesko en San Petersburgo.
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