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07 de mayo de 2024

La Sala de Plata Dorada en la histórica Bóveda Verde

La Sala de Plata Dorada en la histórica Bóveda VerdeAFP

Picotazos de historia

La bóveda verde de Dresde, el tesoro escondido más hermoso del mundo

Durante siglos fue la zona designada para guardar y proteger los documentos del archivo del milenario linaje de los Wettin, señores de Sajonia, así como las más preciadas joyas y objetos vinculados a su corona

El duque Mauricio de Sajonia ordenó en el año 1547 la construcción de una nueva ala en la parte oeste de su palacio en la ciudad de Dresde. Esta nueva construcción tendría un gran salón decorado con unas magníficas columnas, cuyas bases y capiteles serían pintados en un tono verde malaquita. Este color ganaría popularidad y, a la larga dio nombre a lo que oficialmente se conocía como «almacén secreto», siendo popularmente conocido hasta el día de hoy como «la bóveda verde».
Durante siglos esta sería la zona designada para guardar y proteger los más valiosos documentos del archivo del milenario linaje de los Wettin, señores de Sajonia, así como las más preciadas joyas y objetos vinculados a su corona.

Los visitantes podían admirar las joyas de los príncipes electores por lo que nos encontramos con uno de los museos más antiguos de Europa

Entre 1723 y 1730 el elector –Príncipe con derecho de elección del Emperador del Sacro Germánico Romano Imperio– de Sajonia y Rey de Polonia Augusto II el Fuerte, creó un gabinete de curiosidades que abrió al público, ampliando para ello el espacio de la sala original de la bóveda verde con ocho salas más.
Los visitantes podían admirar a placer las joyas de los príncipes electores por lo que nos encontramos con uno de los museos más antiguos de Europa. Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Dresde sufrió terribles bombardeos que afectaron al palacio de los reyes de Sajonia. La bóveda verde no se libró del zarpazo de la guerra y tres de sus nueve salas fueron destruidas. Afortunadamente, los valiosos tesoros que allí se guardaban habían sido trasladados al castillo de Koningstein.
Cuando esta fortaleza fue tomada por el ejército soviético se confiscaron todos los tesoros, trasladándolos a la Unión Soviética. Con la creación del Estado satélite de la República Democrática Alemana, el gobierno de Moscú decidió la devolución del tesoro. Estando la bóveda dañada, se trasladó el magnífico conjunto de joyas y obras de arte al Alberlinum (antigua armería transformada en museo) de Dresde.
El 7 de septiembre de 2004 se reabrió la bóveda verde y dos años después se inició un proyecto de restauración basado en los inventarios originales de 1733, reuniendo las piezas para mostrar, de la manera más fiel posible, las salas tal y como estaban en tiempos de Augusto II el Fuerte. La bóveda verde contiene más de tres mil objetos, muchos de ellos obras maestras irreemplazables por ello la ciudad, el 25 de septiembre de 2019, desayunó con la amarga noticia de que un grupo de ladrones había entrado y robado en la bóveda verde.

Se pudo recuperar la mayor parte de lo robado, incluido el Sajón Blanco: un diamante blanco de 48 quilates de peso

El asalto generó una enorme conmoción en toda Alemania y en Sajonia en particular. Se consideró un atentado al patrimonio histórico, un ataque al corazón de los habitantes de Dresde y de los sajones en general. Afortunadamente, las investigaciones de la Policía y la fiscalía terminaron con la detención de varios miembros de una familia de origen turco dedicados a las actividades criminales. Se pudo recuperar la mayor parte de lo robado, incluido el Sajón Blanco: un diamante blanco de 48 quilates de peso.
Hoy pueden visitar el complejo turístico. La Bóveda Nueva forma el conjunto de estancias museísticas que contienen más de dos mil piezas en exposición permanente y abierta al público, sin restricción alguna. La Bóveda Histórica, esto es, las salas originales conteniendo las piezas tal y como se refleja en los inventarios originales, requiere de la adquisición de una entrada especial –limitada y con antelación– ya que las piezas se muestran tal y como se exhibían en tiempos de Augusto II. Sin cristales de protección. Al alcance de la mano.
Si pasan por la ciudad alemana de Dresde –la Florencia del Elba ha sido llamada por la riqueza artística que contiene– no duden en visitar este impresionante museo.
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