Fundado en 1910
Una de las primeras referencias al golfo de México está en este mapa de 1562, realizado por Diego Gutiérrez y Hieronymus Cock para la corona española

Una de las primeras referencias al golfo de México está en este mapa de 1562, realizado por Diego Gutiérrez y Hieronymus Cock para la corona españolaCC

El mapa de 1562 que muestra el primer nombre del Golfo de México

Una de las primeras referencias sobre cómo llamaban en la época a aquella extensión de mar está en un mapa de 1562

El cambio de nombre de los territorios es algo más habitual de lo que parece en la historia, y en muchos casos genera conflictos diplomáticos. La decisión de Donald Trump de rebautizar el Golfo de México como Golfo de América responde a intereses políticos, sociales y culturales. Para la Administración Trump, el nombre actual no refleja la importancia estratégica del golfo para su país. «Es un hermoso nombre y es apropiado», explicó el presidente norteamericano. Más allá de lo que suponga este cambio en la actualidad, ¿Por qué se llama Golfo de México, alguna vez se llamó Golfo de América?

Antes de nada, es necesario ubicarse en el mapa. El golfo es una cuenca oceánica que cuenta con una biodiversidad marina importante y ha sido siempre una de las principales rutas comerciales en la región, y también a nivel internacional. Sus aguas las comparten Estados Unidos, México y Cuba, pero en el pasado esos mismos territorios formaron parte del Imperio español en América, y antes que eso las diferentes tribus indígenas encontraron en el golfo una fuente de alimento necesaria para mantener las comunidades costeras.

Google Maps incluyó el nombre de Golfo de América cuando Trump aprobó el cambio de nombre de manera oficial

Google Maps incluyó el nombre de Golfo de América cuando Trump aprobó el cambio de nombre de manera oficialGoogle Maps

Para encontrar el origen del nombre del golfo, que hoy disputa de nuevo su designación, hay que situarse en el siglo XVI, pocos años después del descubrimiento y las primeras incursiones de exploradores y marinos españoles, como Hernán Cortés que partió desde Cuba, navegó el golfo y llegó a lo que después llamaría Nueva España, y más tarde México. Por esas aguas también navegó Ponce de León en su viaje a la Florida, y tantos otros militares y marinos del Imperio.

Una de las primeras referencias sobre cómo llamaban en la época a aquella extensión de mar está en un mapa de 1562, realizado por Diego Gutiérrez y Hieronymus Cock para la corona española, en el que se menciona a esa zona como el «Golfo de la Nueva España», como una referencia clara a que el golfo, lo que ahora México y la Florida, entre otros, formaban parte del Imperio español y del virreinato que se estableció en 1535 con Antonio de Mendoza y Pacheco como primer virrey.

Un golfo donde nunca se ponía el sol

Aunque en aquellos años también apareció en otros mapas con el nombre de «Seno Mexicano». Con el tiempo, aparecieron variantes al «Seno Mexicano», y en documentos del siglo XVI ya se menciona «Golfo de México», con diferencias gramaticales que fueron evolucionando hasta la formulación actual. La elección natural de este nombre por parte de la gente estuvo ligado al papel de la Ciudad de México, como capital del virreinato, que se convirtió a todo el territorio desde la costa oeste a la este en un inmenso centro cultural, económico y social con una riqueza mayor que muchas de las ciudades europeas.

El virreinato era la conexión entre la península Ibérica, América y Asia, creando una auténtica autopista comercial y cultural a través de rutas como el famoso Galeón de Manila, que conectaba los tres continentes de un Imperio español donde nunca se ponía el sol. Con el paso de los siglos el término Golfo de México se consolidó. Más allá del nombre, el golfo se convirtió en un mar de disputas tras la independencia de México de España en el siglo XIX, que se sumó a la expansión territorial de los recién creados Estados Unidos de América.

España vendió Florida a los norteamericanos a principios de siglo, Washington se anexionó Texas en 1845 y se desató una guerra entre México y Estados Unidos. Al final, los norteamericanos expandieron sus dominios hacia el sur y empezó a controlar parte de las aguas del golfo y al igual que México o Cuba, ha mantenido una zona económica exclusiva que ha supuesto una fuente de disputas por razones económicas y fronterizas. Pero si algo ha demostrado la historia es que las palabras pueden ser más poderosas que un ejército.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas