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25 de abril de 2024

Xiomara Castro (Iz) presidenta de Honduras y Cristina Kishner (D) vicepresidenta de Argentina

Xiomara Castro (Izqda.), presidenta de Honduras, y Cristina Kirchner (Dcha.), vicepresidenta de ArgentinaPresidencia de Argentina

Hispanoamérica

Xiomara Castro: ¿la Cristina Kirchner de Honduras?

Ambas son de izquierdas y fueron primeras damas antes de asumir la presidencia de sus respectivos países. Son dos mujeres y un mismo destino: el poder

Tras el encuentro privado sostenido entre Cristina Fernández de Kirchner y Xiomara Castro en vísperas de su toma de posesión como presidente de Honduras, resulta inevitable comparar a ambas líderes. 
Fernández, antes de forjar su propio liderazgo como presidente de Argentina (2007-2015) fue la esposa y primera dama del expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y Castro por su lado fue primera dama del expresidente Manuel Zelaya (2006-2009). Ambas por un breve período de tiempo coincidieron en su papel de esposa y primera dama, específicamente entre los años 2006 y 2007. 
Una diferencia importante en el ascenso al poder de ambas es que Fernández lo hizo inmediatamente a continuación de su marido, mientras que a Castro le ha costado 12 años lograrlo. A diferencia de las ambiciones propias de Fernández, Castro inició su andadura política a la presidencia de manera 'imprevista' cuando su esposo Manuel Zelaya fue removido del poder en 2009. 
Sorpresivamente Castro dejó de ser primera dama y en ese escenario político se convirtió en la principal defensora del mandato de su marido, que, a su criterio, fue derrocado por un golpe de Estado. Zelaya, en su condición de expresidente quedó inhabilitado por la Constitución hondureña para optar a una relección, al menos hasta 2015 cuando esta inhabilitación fue eliminada por la Corte Suprema de Justicia.
El expresidente Manuel Zelaya y marido de Xiomara Castro (detrás) sostiene la banda presidencial que luego fue impuesta a la nueva presidenta de Honduras

El expresidente Manuel Zelaya y marido de Xiomara Castro (detrás) sostiene la banda presidencial que luego fue impuesta a la nueva presidenta de HondurasLuis Acosta / AFP

Para las elecciones presidenciales de 2013, Zelaya no podía optar a la presidencia y fue Castro quien intentó la vicepresidencia por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), fundado por su marido y arropada por la internacional de Socialismo del Siglo XXI
A diferencia de Fernández, que contaba con experiencia política previa e independiente de su marido como líder de la juventud peronista, diputada y senadora de la nación, Castro no había ocupado un cargo partidario ni de elección popular previo a asumir su mandato.
Podríamos decir que Fernández llega a la presidencia por vocación de poder y Castro por un «compromiso con la causa» pero lo cierto es que el ejercicio de la presidencia plantea varios retos, que desde la perspectiva ideológica la nueva presidenta hondureña podría intentar resolver como Fernández lo hizo de la mano de su marido –hasta su muerte en 2010–.

Primeros pasos de Castro

«El Estado de Honduras no tienen capacidad de asumir la deuda y los plazos de pago», señaló Castro en su discurso de toma de posesión, y adelantó que la única solución es «llegar a un acuerdo de reestructuración de deuda con acreedores públicos y privados».
La nueva presidenta de Honduras ordenó que el servicio de energía «sea gratis» para más de un millón de familias que viven en pobreza y anunció que «los altos consumidores de energía deberán asumir un costo adicional para subsidiar el servicio gratis a los pobres».
Otra medida anunciada por Castro es la creación de «subsidios para los combustibles» y ordenó al Banco Central crear los «mecanismos legales de mercado» necesarios para la disminución de los intereses bancarios. 
Los primeros anuncios de Castro parecen seguir la estela populista de los Kirchner en Argentina, con las potenciales nefastas consecuencias que ya todos conocemos. 
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