El general Alexandr Dvórnikov
El comandante de las tropas rusas en Ucrania dejó un reguero de crímenes de guerra en Siria
El general Alexandr Dvórnikov tiene un sangriento historial de crímenes de guerra en Siria donde no dudó en bombardear a civiles para lograr sus objetivos
Allí donde pisa el general Alexandr Dvórnikov queda grabada una huella de sangre.
El presidente Vladimir Putin llamó a este enigmático y oscuro general, al que le persigue una sombra de crímenes de guerra, al rescate del Ejército ruso en el embarrado teatro ucraniano, donde el Kremlin ha chocado de frente con la indomable resistencia ucraniana.
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Dvórnikov recibió el encargo de Vladimir Putin de dirigir la invasión de Ucrania con un objetivo concreto: conquistar el Donbás antes del 9 de mayo.
Esa fecha tiene una gran importancia en el misticismo nacionalista ruso construido por Vladimir Putin. El 9 de mayo se celebra la victoria soviética sobre la Alemania nazi y Putin quiere llegar a ese día como el Zar victorioso que expandió las fronteras de Rusia.
Para el mandatario ruso es cuestión de supervivencia. Su largo mandato, arrastrado ahora por las consecuencias de la pandemia de la COVID-19, le ha hecho mella y necesita un gran triunfo que presentar ante una exhausta población rusa.
El general Alexandr Dvórnikov comenzó a despuntar en la guerra de Chechenia en el año 2020, destacó en la primera guerra del Donbás y se hizo tristemente famoso por ser el responsable de la estrategia de tierra quemada en Siria.
Carnicero de Siria
En Siria, estuvo al frente de las tropas rusas en apoyo del dictador Bashar al Assad en 2015 y 2016. Su actuación en el conflicto le valió el apodo de «Carnicero de Siria».
Bajo su mando, el Ejército ruso emprendió una estrategia consistente en bombardeos masivos e indiscriminados contra las ciudades, en particular contra Alepo, Palmira y la periferia de Damasco, donde los grupos rebeldes se habían hecho fuertes.
Al general Dvórnikov nunca le importaron las bajas civiles
Al general Dvórnikov nunca le importaron las bajas civiles ni el empleo de armamento y técnicas militares prohibidas por los Convenios de Ginebra.
La apisonadora rusa dejó en siria un reguero de 25.000 civiles muertos y un sinfín de crímenes de guerra.
Las imágenes de las devastadas ciudades sirias son muy parecidas a las imágenes de las devastadas ciudades ucranianas.
Ambas estrategias de guerra guardan muchas similitudes. El general Dvórnikov se estrenó como máximo responsable de la estrategia militar rusa en Ucrania con el bombardeo sobre la ciudad de Kramatorsk.
Los misiles rusos impactaron contra la estación de tren de la localidad donde esperaban más de 4.000 civiles para subirse a un tren y escapar de la locura de la guerra. El resultado: 50 civiles muertos, entre ellos varios niños.
Un estreno sangriento
No ha sido el único crimen de guerra del general Dvórnikov en su sangriento estreno. En la noche del lunes 11 de abril, el Ejército ruso bombardeó el martirizado puerto de Mariúpol con bombas de fósforo blanco, un arma química también prohibida.
Sin embargo, las nuevas brutalidades que se verán en ucrania con el general Dvórnikov al mando de las tropas rusas no distarán mucho de lo que ya se ha visto hasta ahora.
En los 49 días que dura la guerra, Rusia no ha dudado en aplicar las tácticas de guerra aprendidas en Siria con bombardeos contra objetivos civiles, empleo de armas prohibidas como las bombas de racimo, asesinatos, secuestros, torturas y violaciones.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó en declaraciones a la CNN que con el nombramiento de Dvórnikov comenzará una nueva etapa de «crímenes y brutalidad» contra la población civil.
Ucrania nunca se someterá a Rusia, da igual qué general nombre el presidente Putin
Sin embargo, Sullivan mostró confianza en la capacidad de resistencia ucraniana: «Ucrania nunca se someterá a Rusia, da igual qué general nombre el presidente Putin».
Sullivan afirmó que «este general tiene un particular currículum de brutalidades contra civiles en otros escenarios, como el sirio. Podemos esperar ahora más de lo mismo».
El nombramiento de Dvórnikov como máximo responsable de las tropas rusas en Ucrania trascendió gracias a los informes de la inteligencia estadounidense, ya que Rusia nunca publicita sus nombramientos en el escalafón militar.
Con este nombramiento, Rusia pretende solucionar algunos de los graves problemas que frenaron los avances de las tropas rusas desde el inicio de la invasión: problemas logísticos, errores de previsión y falta de coordinación.
Muchos de esos errores se debieron, principalmente, a la falta de un mando unificado en Ucrania que permitiera coordinar todos los frentes, que avanzaban de forma caótica y desordenada.
Un ejemplo, los estrategas del Kremlin habían planeado tomar Kiev en los primeros días de la invasión con una espectacular operación de varias unidades de élite de tropas aerotransportadas en el aeropuerto de Hostomel.
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Las tropas aerotransportadas fueron masacradas por la resistencia ucraniana, y el aeropuerto, de gran valor estratégico por ser un punto de entrada de suministros militares para el Ejército ucraniano, finalmente cayó bajo control ruso gracias a la llegada de tropas rusas por tierra procedentes de Bielorrusia.
El 2 de abril, los ocupantes se retiraron del aeropuerto y de todo el territorio conquistado por Rusia en el norte de Ucrania. Rusia había perdido a parte de sus soldados de élite mejor preparados en una operación inútil mal planificada y peor ejecutada.
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