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26 de abril de 2024

Ejercicios militares OTAN

Ejercicios militares de la OTAN en las costas de Rumanía en el mar NegroAFP

Cumbre de la OTAN de Madrid

Comienza la cumbre de la OTAN de Madrid: estos son sus cinco desafíos

La cumbre de Madrid se presenta como una cita que marcará el inicio de una nueva etapa de la Alianza Atlántica ante los retos que el mundo de hoy presenta para la seguridad

La cumbre de la OTAN en Madrid comienza este martes con muchas incógnitas y desafíos.
La Alianza Atlántica, que atravesaba una larga crisis de identidad tras la caída de la Unión Soviética y, sobre todo, tras la puesta del foco en Afganistán e Irak y la lucha contra el terrorismo yihadista, ha experimentado un renacer.
La invasión rusa a Ucrania, en curso desde el 24 de febrero, parece haber revitalizado la Alianza Atlántica, fortalecido la unidad entre sus miembros e impulsado con nuevos aspirantes, aumento del gasto en defensa y de efectivos.
Sin embargo, la OTAN debe actualizar sus prioridades y estrategias, y ese será el principal objetivo de esta cumbre.
De Madrid saldrá la OTAN del futuro, sostenida en un nuevo concepto estratégico que sustituirá al ya caduco adoptado en 2010.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró en su primera comparecencia de la cumbre que la cita de Madrid «va a ser una cumbre fundamental, vamos a acordar el concepto estratégico de Madrid que será la hoja de ruta para un mundo más peligroso, aumentar nuestra capacidad disuasiva. Vamos a acordar un paquete de medidas exhaustivas para ayudar a Ucrania a mantener su derecho a la autodefensa».

Frenar la agresión rusa a Ucrania

Desde el inicio de la invasión a Ucrania, Estados Unidos y los socios de la OTAN se han centrado en armar al Ejército ucraniano y en implementar varios paquetes de sanciones contra Rusia.
El objetivo es, por un lado, dotar a Ucrania de las capacidades necesarias para que el Ejército ucraniano frene el avance ruso, le cause el mayor número de bajas posible y agote sus capacidades defensivas de cara a una futura negociación.
En segundo lugar, interrumpir la cadena de suministros militares para impedir que el Ejército invasor pueda reponer de forma efectiva el material destruido en los combates.
Un último objetivo sería degradar a medio plazo la economía rusa por medio de las sanciones para privar a Rusia de una economía que alimente su maquinaria militar.

Evitar que el conflicto se extienda

Tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, insistieron desde antes de comenzar la invasión que la Alianza no se implicaría en el desarrollo de la guerra en Ucrania.
Sin embargo, la amenaza de que la guerra desborde las fronteras ucranianas es constante. Moldavia y los países bálticos son los más expuestos a una posible invasión.
Finlandia y Polonia están fortaleciendo sus fronteras para evitar estrategias de guerra híbrida. En el caso de Finlandia, además, ha presentado junto con Suecia su candidatura a la OTAN para garantizar su seguridad.
En el caso de los países bálticos, en este momento la tensión se centra en la región de Kaliningrado, enclave ruso situado entre Polonia y Lituania.
En aplicación de las sanciones adoptadas por la Unión Europea, Lituania procedió a cerrar el transporte ferroviario con Kaliningrado por su territorio a determinadas mercancías.
Rusia respondió con amenazas de una respuesta «muy dura» que afectaría a la vida de los ciudadanos lituanos.
Desde el lunes 27 de junio, Lituania ha sufrido una serie de ataques cibernéticos contra sus sistemas informáticos gubernamentales reivindicados por el grupo Killnet, cercano al Kremlin.
Kaliningrado, antiguo territorio alemán anexionado por la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial, es un territorio estratégico para Rusia.
En esta región báltica, Rusia alberga a su Flota del Báltico, además de tener desplazados misiles nucleares.
El temor es que Rusia trate de controlar militarmente el Corredor Swalki, la franja fronteriza entre Polonia y Lituania que permitiría a Moscú conectar Kaliningrado con Bielorrusia, Estado títere del Kremlin.

Reforzar el flanco oriental de la OTAN

En un momento en que Estados Unidos pretendía situar el foco en el Pacífico y el extremo oriente asiático, la invasión rusa de Ucrania ha vuelto a poner el este europeo en el centro del tablero geoestratégico.
La OTAN ha respondido a la nueva amenaza rusa reforzando el flanco oriental de la Alianza, en especial Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Rumanía y Bulgaria.
Stoltenberg anunció ayer desde Bruselas que la OTAN va a mejorar sus batallones del flanco oriental con el aumento a 300.000 el número de soldados en alerta.
Esta nueva prioridad quedará plasmada en el nuevo concepto estratégico que se adoptará en Madrid.

Adhesión de Finlandia y Suecia

Turquía alcanzó el martes un acuerdo con Suecia y Finlandia para levantar su veto al ingreso de ambos países en la OTAN.
Suecia y Finlandia han acordado que perseguirán las actividades del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el PKK, considerado terrorista, y que agilizarán los procesos de extradición de los acusados por terrorismo.
Uno de los grandes objetivos de esta cumbre era desbloquear la solicitud de ingreso de Suecia y Finlandia.
Con la adhesión de ambas naciones, la OTAN reforzará sus capacidades militares gracias a la incorporación de dos Ejércitos poderosos y modernos, y establecerá una larga frontera con Rusia de 1.340 kilómetros de largo.
Para que ambos países ingresen en la Alianza, tienen que contar con el visto bueno de todos los aliados.
Sin embargo, Turquía había reiterado que no daría vía libre al ingreso de Suecia y Finlandia, países a los que acusa de dar cobijo a militantes del PKK.
Stoltenberg declaró el lunes en una rueda de prensa conjunta con la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, que «las preocupaciones de Turquía son legítimas y deben atenderse».
Con la firma de este acuerdo, la OTAN afrontará en la cumbre de Madrid el reto de la incorporación de Finlandia y Suecia y un nuevo impulso a su política de puertas abiertas.

Establecer una nueva estrategia

El futuro de la OTAN se plasmará en un documento, el concepto estratégico de Madrid, que saldrá de esta cumbre.
Como señaló el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en la comparecencia conjunta de este martes con Stoltenberg, en ese documento se van a definir cuáles son las amenazas a la OTAN, con qué recursos cuenta la Alianza y cómo se va a afianzar la organización de cara al futuro.
La amenaza rusa a los países de la OTAN en el este de Europa centrará gran parte del nuevo documento. También las necesidades de una mayor aportación en defensa para que todos los aliados lleguen al 2 % del PIB y una mayor cooperación.
El concepto estratégico consagrará también la política de puertas abiertas con la posible incorporación de nuevos miembros en el futuro, siempre que cumplan con los requisitos y que responda a la voluntad soberana del país.
Por otro lado, la cumbre de Madrid tratará de fortalecer la unidad entre los aliados mostrada desde el inicio de la agresión rusa a Ucrania.
Sin embargo, las necesidades de seguridad de cada aliado pueden diferir, y esa diversidad de necesidades también quedará reflejada en el nuevo concepto estratégico.
Con España a la cabeza, los países del Mediterráneo reclaman que, además de fortalecer el flanco oriental, la OTAN también incluya entre sus prioridades una mayor seguridad del flanco sur.
El auge del terrorismo yihadista en el Sahel y las redes criminales que se sirven del Mediterráneo para impulsar el narcotráfico y el tráfico de personas, supone un reto para la seguridad y la estabilidad de los Estados ribereños.

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