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26 de abril de 2024

Draghi Museo del Prado Cumbre OTAN Madrid

El primer ministro italiano, Mario Draghi, habla por teléfono en el Museo del Prado durante la cumbre de la OTANEFE

Draghi abandona la cumbre de la OTAN y vuelve a Roma para evitar la caída de su gobierno

El líder del M5S, Giuseppe Conte, amenaza con hacer caer al gobierno italiano y acusa a Draghi de intentar apartarlo del partido

Mario Draghi abandonó de improviso la cumbre de la OTAN en Madrid y regresó con urgencia a Roma para tratar de apagar el «incendio» en la coalición que sostiene su gobierno y que amenaza con hacerlo caer.
La crisis política viene de lejos, pero el detonante ha sido una supuesta llamada telefónica reciente del presidente del consejo de ministros a Beppe Grillo, fundador del Movimento 5 Stelle, M5S, y Garante del partido de izquierda populista.
El motivo de la llamada, según publica la prensa italiana, era forzar a Grillo a que apartara a Giuseppe Conte del control del partido.
El rumor de la llamada trascendió después de que el sociólogo Domenico De Masi asegurara que Beppe Grillo le informó de la llamada y le confirmó las presiones de Draghi, señala la agencia italiana ANSA.
Mario Draghi se apresuró a desmentir a De Masi y a Grillo, pero el fuego ya había prendido y el gobierno se tambaleaba.
El presidente del consejo de ministros decidió entonces abandonar la capital de España el jueves por la noche y volver a Italia para presidir la reunión del gobierno de la mañana de este viernes.
La ausencia de Draghi ha causado sorpresa entre los jefes de Estado y de gobierno de la OTAN reunidos en la cumbre de Madrid, y también entre la prensa.
En los pasillos de IFEMA empezaron a escucharse toda clase de comentarios e interpretaciones: desde que el gobierno italiano pende de un hilo a la explicación más prosaica de que «a Draghi nunca le ha gustado dormir fuera de casa. Está cansado. Una semana entera en un hotel de Madrid era demasiado y la crisis del Movimento 5 Stelle ha sido una buena razón para volver».
El Palazzo Chigi, sede del gobierno italiano, también negó la existencia de la llamada: «No se ha producido nunca».
Un desmentido que para Conte, presidente del M5S y ex primer ministro italiano, suena como una fina llovizna que trata de apagar su furia.
Su enfado es mayúsculo. Ante los medios de comunicación delante de la sede del M5S, Conte declaró que Grillo le había confirmado la llamada de Draghi, afirmó sentirse «bajo ataque» y acusó a Draghi de «una grave intromisión» en asuntos del partido.
Draghi ha tratado de calmar las aguas y afirmó que él y Conte «hemos empezado a aclarar las cosas. Mañana volveremos a hablar para vernos cuanto antes. El gobierno no peligra».
El enfado de Conte con Draghi es el último episodio de la larga crisis que padece el M5S, acelerada en las últimas semanas por el mal resultado de las elecciones municipales parciales celebradas en junio.
La bomba estalló la semana pasada después de una votación en el Senado para apoyar un nuevo paquete de medidas de apoyo a Ucrania en línea con la actuación de la Unión Europea.
Una parte del M5S decidió no respaldar al gobierno y rechazó el envío de más armas a Ucrania y el respaldo de nuevas sanciones a Rusia.
A Draghi la rebelión del M5S en la víspera de la reunión del G7 y de la cumbre de la OTAN no le hizo gracia.
Italia estaba dando una imagen de potencia tambaleante y el primer ministro responsabilizó a Conte y a su estrategia para tratar de recuperar una cierta iniciativa y protagonismo político de cara a las próximas elecciones, previstas para mayo de 2023.
La división del M5S tampoco sentó nada bien a Luigi Di Maio, ministro de Exteriores del gobierno Draghi y ex presidente del M5S, que presentó su dimisión y anunció la creación de un nuevo partido de centro.
Con él se marcharon una cincuentena de diputados y otros tantos senadores, de forma que el M5S ha quedado definitivamente roto y ha pasado de ser la primera fuerza parlamentaria italiana a ejercer un papel anecdótico.
Conte, a quien todavía le dura el resquemor del modo en que fue desalojado del Palazzo Chigi, no se acostumbra a ver su partido hecho unos zorros y parece que quiere jugar su última carta, la de la estabilidad del gobierno.
El líder del M5S ha dejado claro que, aunque su poder parlamentario ha quedado notablemente reducido, sigue teniendo el poder de hacer caer al gobierno Draghi y forzar la convocatoria de nuevas elecciones.
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