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29 de abril de 2024

Lavrov ministro ruso de Exteriores

El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, durante una intervención en el KremlinAFP

Los líderes occidentales piden a Lavrov que frene la ofensiva en Ucrania durante la cumbre del G20

Durante la cumbre de las potencias internacionales en Bali, los líderes exigieron al representante de Rusia que resolviera el problema de la exportación del grano

La reunión del G20 en Bali, Indonesia, donde se reunieron representantes de las mayores economías mundiales, arrancó con una incómoda presencia: Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia.
Fue la primera vez que Anthony Blinken, secretario de Estado estadounidense, coincidía con Lavrov desde que Rusia inició la invasión a Ucrania, el 24 de febrero. Los aliados occidentales aprovecharon la ocasión para pedir a Moscú que frenase el avance de sus tropas en el país invadido, y que resolviese el bloqueo de los puertos del mar Negro para permitir la exportación del grano.
«Lo que hemos escuchado hoy es un gran coro de todo el mundo, no sólo de Estados Unidos, sobre la necesidad de poner fin a la agresión», explicó Blinken a la agencia AFP, una vez finalizada la cumbre.
Desde el arranque del encuentro, Indonesia instó al fin del conflicto, haciendo hincapié en sus graves consecuencias para todo el mundo.
«Es nuestra responsabilidad terminar con la guerra más temprano que tarde, y resolver nuestras diferencias en la mesa de negociaciones, no en el campo de batalla», declaró la ministra indonesia de Relaciones Exteriores, Retno Marsudi, en presencia de Lavrov.
El mundo apenas estaba recuperándose de la pandemia, y ahora los efectos de la guerra «se sienten globalmente, en los alimentos, la energía y los presupuestos», señaló. «Y como siempre, los países pobres y en desarrollo son los más afectados», agregó Marsudi.
Blinken se había reunido antes con los ministros francés, alemán, y un representante británico para hablar de esta guerra «injustificable y no provocada», según informó el departamento de Estado en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense denunció la responsabilidad de Rusia en la crisis alimentaria y energética mundial, y pidió a Moscú autorizar la salida de grano de Ucrania.
«A nuestros colegas rusos: Ucrania no es su país. No es su grano. ¿Por qué bloquean los puertos? Deben dejar salir el grano», urgió Blinken.

Lavrov se ausenta

Blinken se negó a reunirse con su homólogo ruso. La última vez que dialogaron fue en enero, en Ginebra, donde el diplomático estadounidense advirtió a Rusia de consecuencias si invadía Ucrania, lo cual hizo el 24 de febrero.
Este viernes, Lavrov afirmó que no será Moscú quien tome la iniciativa de acercarse a Washington.
«No fuimos nosotros los que abandonamos los contactos, fue Estados Unidos», declaró Lavrov a la prensa. «No vamos a correr detrás de nadie para proponer reuniones», agregó.
Lavrov también denunció que los países occidentales están utilizando el G20 para criticar a Rusia, en lugar de abordar los grandes problemas mundiales.
«Nuestros socios occidentales están intentando evitar hablar de los temas de economía mundial», dijo. «Desde el momento en el que hablan, lanzan una crítica desenfrenada a Rusia sobre la situación en Ucrania, llamándonos agresores y ocupantes».
Estados Unidos, respaldado por una parte de sus aliados, pidió que Rusia fuera excluida de los foros internacionales. Pero Indonesia, que quiere mantener una posición de neutralidad como país anfitrión del G20, confirmó su invitación al canciller ruso y a su par ucraniano.
Lavrov no obstante se ausentó cuando Dmytro Kuleba se dirigió a distancia ante sus homólogos, así como cuando la ministra alemana Annalena Baerbock criticó a Rusia por su invasión, según fuentes diplomáticas. Tampoco estaba presente cuando Blinken condenó la ofensiva de Moscú.
Para la jefa de la diplomacia alemana, estas ausencias reflejan que Lavrov «no está interesado en la cooperación internacional ni en el diálogo con sus otros socios».

Sin foto de familia

El encuentro se vio empañado por el anuncio del ataque que le costó la vida al ex primer ministro japonés Shinzo Abe durante un acto electoral en su país.
La cita de Bali es el preludio de la cumbre de gobernantes que se realizará en noviembre en la isla indonesia, programada para discutir la recuperación mundial tras la pandemia del covid-19. Pero la atención se ha volcado en la invasión rusa de Ucrania, que sacudió los mercados mundiales, disparó los precios mundiales de alimentos y generó denuncias de crímenes de guerra rusos.
No habrá foto de todos los ministros como reza la tradición, afirmó a la AFP un alto cargo indonesio.
En paralelo, Blinken intentará reabrir el diálogo con Pekín en un encuentro el sábado con el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, el primero después de meses de tensiones. La cita se da en momentos que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que espera conversar las próximas semanas con su homólogo chino, Xi Jinping, con quien habló por última vez en marzo.
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