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03 de mayo de 2024

Vlad Buryak, a la derecha, tras su liberación

Vlad Buryak, a la derecha, tras su liberación

144 días de guerra en Ucrania

90 días en una prisión rusa: la historia de un menor ucraniano que vivió atrocidades

El joven de 16 años cuenta lo que tuvo que hacer para poder sobrevivir

Principios del mes de abril. Vlad Buryak, un ucraniano de 16 años, es capturado por los rusos cuando intentaba huir de Melitópol, su ciudad natal, ubicada en el centro de Ucrania. Los soldados de Vladimir Putin apresan al joven y lo encierran en algún lugar de la Ucrania ocupada por Rusia, donde fue testigo de auténticas barbaridades.
The Washington Post entrevista al muchacho, quien asegura ser testigo de auténticas atrocidades. Gritos, llantos y lamentos resonaban por todo el recinto. Metido en una celda claustrofóbica con un inodoro roto, Vlad Buryak se preguntaba cuando llegaría su turno. El shock inicial rápidamente se convirtió en puro terror.
Menos de una semana después de su llegada, Buryak relata que comenzó a compartir celda con un hombre de unos 20 años. Este recibía golpes casi a diario e, incluso, lo electrocutaban durante horas, mientras pedía misericordia. Aquel hombre no pudo más: prefería morir a seguir con aquello. Cogió las tapas de unas latas de conserva y se cortó las venas. Buryak sostuvo entre sus brazos el cuerpo de su compañero hasta que los guardias rusos se lo llevaron. Si sobrevivió o no, nadie lo sabe.
Entre los quehaceres de Buryak estaba limpiar. Los rusos, según el testimonio del joven, le obligaban a dejar impolutas las salas ensangrentadas que se utilizaban para torturar a los presos. «No tenía emociones. Actuaba como si nada hubiera pasado para que no hicieran lo mismo conmigo», relata el menor.
Sin embargo, Buryak tuvo suerte. Su calvario de 90 días llegó a su fin cuando un negociador ruso se puso en contacto con su padre Oleg Buryak, funcionario de alto rango en Ucrania. La idea era realizar un intercambio de prisioneros. Los detalles del acuerdo no han trascendido, pero padre e hijo se reunieron al borde de una carretera en la frontera de la Ucrania ocupada.
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