
El difunto expresidente de Angola, José Eduardo Dos Santos, en su juventud
Dos autopsias, un intento de homicidio y un cadáver sin sepulcro: Angola y la familia de su expresidente se disputan sus restos
Desde Barcelona, los familiares de José Eduardo Dos Santos piden una autopsia para el hombre que, sospechan, fue víctima de un complot de homicidio. Desde Angola, el Gobierno exige que se devuelva el cadáver para un entierro Estatal
José Eduardo Dos Santos gobernó Angola durante la mayor parte de su historia como país independiente: fue su presidente desde 1979 hasta 2017, y luego, tras un exilio voluntario y marcado por la hostilidad del Gobierno que abandonaba, fue a morir a España.
Dos Santos falleció el viernes 23 de junio de 2022 en una clínica de Barcelona, ciudad donde residía desde hacía cinco años. Llevaba dos semanas hospitalizado por una parada cardiorrespiratoria, y estaba sometido a cuidados intensivos. Pero su muerte, en apariencia natural, está en realidad rodeada de circunstancias sospechosas, y protagoniza una disputa transcontinental que involucra al Gobierno angoleño.
Las alarmas sonaron algunos días antes del fallecimiento del exlíder. Su hija Tchizé, empresaria y política angoleña, denunció ante las autoridades de Barcelona un intento de homicidio, motivado por razones políticas. ¿Los presuntos asesinos del antiguo presidente angoleño? Su médico personal, y su cuarta esposa, Ana Paula Dos Santos.
Ambos habían convivido y supervisado al expresidente durante los días previos a su muerte, y Tchizé los culpó del deterioro en la salud de su padre. Entre los cargos que acusa figuran delitos de homicidio en grado de tentativa, omisión del deber de socorro, lesiones por imprudencia grave, y revelación de secretos.«Ana Paula no visitó a Dos Santos en Barcelona desde su separación en 2017 hasta el pasado mes de abril de 2022», denunció Tchizé dos Santos en un comunicado publicado el sábado por sus abogados. Sin embargo, desde que su madrastra llegó a Barcelona, y se instaló en su casa, la salud del exlíder «empeoró gravemente», agregó.
Autopsias inconclusas
Por solicitud de Tchizé, los restos mortales de José Eduardo Dos Santos fueron sometidos a una autopsia autorizada por los tribunales de Barcelona. La evaluación del cadáver no dio indicio alguno de juego sucio: se concluyó que el mandatario murió por causas naturales.
Pero la inquietud persistía. Y tanto los familiares de Dos Santos, como el juez español a cargo del caso, no se contentaron con este primer resultado. Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el Juzgado de instrucción 11 de Barcelona decidió que el Instituto de Medicina Legal continuará con la custodia del cadáver, y efectuará más pruebas para eliminar toda sospecha de intento de homicidio.
Hasta entonces, los restos mortales de José Eduardo Dos Santos permanecerán en Barcelona, bajo custodia médica y forense. En vida, el expresidente «expresó su voluntad de ser enterrado en la intimidad en España y, en todo caso, su negativa a ser enterrado en Angola con un funeral de Estado que pudiese favorecer al Gobierno actual», señaló su hija Tchizé.
Angola reclama el cuerpo
La decisión enfureció al Gobierno de Angola, aún liderado por el partido que en su día encabezó Dos Santos: los izquierdistas del Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA), partido con raíces comunistas que obtuvo el poder en 1979, y nunca lo dejó ir.
Joao Lorenço es quien, tras abandonar el cargo Dos Santos, se convirtió en presidente del país africano. El mismo Dos Santos lo designó personalmente, ya que vio en el a su heredero político. Sin embargo, Lourenço sorprendió a todos lanzando una amplia campaña contra la corrupción de la familia de su predecesor nada más llegar al poder.
Angola se enfrenta a unas elecciones el próximo 24 de agosto que podrían cambiarlo todo. Por primera vez en su historia, el partido de centro-derecha que siempre está en la oposición, la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), tiene las de ganar.
Los últimos sondeos auguran una mayoría electoral a su favor; la encuesta de junio de la compañía Movimiento Cívico Mudei señaló que el 54 % del pueblo votaría a UNITA, mientras que un 33,8 % se decantaría por el MPLA.
Frente a este contexto, Joao Lourenço, cuya posición peligra, quiere que el cuerpo de Dos Santos vuelva a Angola antes de las elecciones, para llevar a cabo un funeral de Estado que impulsará su campaña electoral.
Para negociar con la familia, el Gobierno angoleño envió una delegación oficial encabezada por el ministro de Estado, Francisco Pereira Furtado.
Se trata, según los familiares del fallecido, de intimidación política en toda regla. El despacho de abogados que asesora a Thizé Dos Santos denunció la «presión» que está ejerciendo Angola contra la decisión de la familia de someter al cuerpo a otra autopsia en tierras españolas.
Según la familia del exmandatario, los funerales de Estado deberían realizarse «después de las elecciones previstas para el 24 de agosto», para evitar una «apropiación política inaceptable» de la figura de Dos Santos.
La guerra contra los Dos Santos
Según un documento emitido por los abogados de Tchizé tras la denuncia, el Gobierno de Lourenço declaró la «guerra» al círculo de Dos Santos y a su familia, los cuales han sufrido desde entonces una «fuerte persecución política», por lo que en 2019 decidieron exiliarse voluntariamente a España, concretamente a Barcelona.
Dos Santos, exiliado a causa de esta «persecución política» de la que era víctima junto con toda su familia, expresó su deseo de ser enterrado en la intimidad en España y su negativa a que sus restos reposaran en Angola con un funeral de Estado que pudiera favorecer al actual presidente del Gobierno.