
Matteo Salvini, líder de La Liga
Elecciones en Italia
Salvini, una estrella que se apaga frente al auge meteórico de Meloni
Su caída vertiginosa, con respecto al escrutinio de 2018, de 34 % al 17 %, se debe a que su electorado se ha volcado hacia Meloni
El líder populista Matteo Salvini, enemigo acérrimo de los emigrantes, que en 2018 actuó con mano dura como vicejefe de gobierno y ministro del Interior, es ahora una estrella en declive de cara a las legislativas del domingo.
El milanés, de 49 años, que convirtió a la Liga (la antigua Liga Norte) en una exitosa formación nacionalista, superando en las urnas a su aliado Silvio Berlusconi, es ahora un líder desgastado de la coalición derechista liderada por el partido de Giorgia Meloni, Hermanos de Italia.
Su caída vertiginosa, con respecto al escrutinio de 2018, de 34 % al 17 %, se debe a que su electorado se ha volcado hacia Meloni después de que salió minado por sus numerosas contradicciones, obligado a disculparse inclusive por el antiguo apoyo a Vladimir Putin debido a la guerra en Ucrania.
Al igual que Meloni, Salvini defiende una política nacionalista, euroescéptica y antiinmigración, pero su participación en los distintos gobiernos que se han sucedido desde 2018 ha defraudado a muchos de sus seguidores.Hijo de un empresario y una ama de casa, Salvini nació y se crió en Milán, la capital de Lombardía, donde asistió a la escuela católica, fue scout, siguió los partidos del Milán AC e inició su actividad política.
Al llegar a la cúpula del partido en 2013, Salvini cambió su discurso, dirigiéndolo contra Bruselas
Con 17 años empezó a militar en la Liga Norte y fue elegido concejal de Milán con 20 años. Después empezó a trabajar como periodista en el diario La Padania y en la emisora de radio Padania Libera, ambos cercanos a su partido, donde desarrolló una eficaz capacidad oratoria. Y en 2004, el euroescéptico Salvini entró al Parlamento Europeo.
Pero a medida que su figura ascendía, su partido se hundía. Su jefe y fundador, Umberto Bossi, enfermo e involucrado en un escándalo de corrupción, fue retirado del cargo en 2012. En las legislativas de 2013, la formación apenas registró 4 % de los votos.
«Con la gente»
Reacio a trajes y corbatas, permanentemente enojado y dotado de un aplomo infalible, Salvini se volvió rápidamente omnipresente en los medios, con un tono directo, arrogante y alejado de lo políticamente correcto.
Aliado con el Frente Nacional francés de Marine Le Pen y gran admirador de Donald Trump, el jefe de la Liga suele emprenderla contra los inmigrantes, el islam, el euro y las uniones entre homosexuales.
Yo soy más un comunista a la antigua, conozco más fábricas que esa gente [de izquierda] que solo se junta con banquerosLíder de la Liga
«He oído de todo. Que soy un criminal, un racista, un fascista», suele decir. Pero «yo soy más un comunista a la antigua, conozco más fábricas que esa gente [de izquierda] que solo se junta con banqueros».
También se presenta como defensor de los valores cristianos, a pesar de su agitada vida privada y sus críticas al Papa Francisco por sus posturas sobre los inmigrantes.
Tiene dos hijos y se acompaña desde hace dos años con la joven hija de un controvertido político toscano.
Entre sus medidas como ministro del Interior, suprimió los permisos de residencia humanitarios, amplió el concepto de legítima defensa, redujo la edad de jubilación y reforzó los servicios de policía.
Además de estar omnipresente en los medios de comunicación, publica en las redes sociales fotos de sus actividades, sus encuentros, sus bailes en la playa e incluso sus comidas.
El año pasado participó en una reunión con varios líderes de derecha europeos, entre ellos Viktor Orban de Hungría y Le Pen de Francia, para debatir sobre los planes para «reformar» la Unión Europea.
Contrario a las sanciones occidentales a Rusia por considerarlas ineficaces, está en desacuerdo sobre ese tema con Meloni, una de las muchas diferencias que pesarán en las urnas.